Cuando hace justo 30 años nacía en Estados Unidos el periódico USA Today, con su apuesta visual por grandes imágenes e infografías, secciones muy estrictamente separadas y coloridas, textos cortos, y sus imponentes despliegues de información meteorológica, una parte de los editores y profesionales de la comunicación norteamericana rebautizaron al diario del grupo Gannet como McPaper. El USA Today era al periodismo lo que las hamburguesas de las cadenas de comida rápida al buen gusto culinario.

Pasaron los años y algunas de las señas de identidad del USA Today empezaron a ser adoptadas por otros medios estadounidenses, necesitados de dar una respuesta a las nuevas demandas y hábitos del público y obligados a romper la monotonía visual de sus páginas, facilitando la lectura con apuestas que ya había realizado en su origen el USA Today. Sin renunciar al periodismo de calidad, muchos medios estadounidenses hicieron propias algunas de las ideas de la cabecera de Gannet. Tanto es así que un editor del USA Today, Taylor Buckley, retomó tiempo después el símil de la comida rápida y apuntando hacia los que los habían criticado antes y habían hablado del McPaper, les acusó de estar ahora robando al USA Today algunos de sus McNuggets.

Fue, por aquel entonces, una apuesta arriesgada, pero el USA Today marcó algunas tendencias que han ido creciendo y consolidándose en el panorama del periodismo en los años siguientes. Se han cumplido 30 años de esa fecha, de aquel 15 de septiembre de 1982 en que salía a la luz por primera vez, y el USA Today ha acometido estos días el mayor rediseño en las tres décadas de vida que posee; una revisión, una reestructuración más que un mero rediseño, nuevas innovaciones con las que espera seguir marcando algunas tendencias en años venideros, y con las que quiere llevar al siguiente nivel estas señas de identidad con las que nació en los 80. La reestructuración ha afectado esta vez, lógicamente, no sólo al papel sino a la parte móvil y digital, dando coherencia a una de los objetivos que se planteó la editora con estos cambios: una única voz editorial, pero adecuada a las distintas plataformas.

En papel, los cambios se han centrado en una mayor apuesta por el color, como elemento no sólo de captación de la atención sino ordenador y clasificador, nuevos elementos para hacer más atractiva la publicidad al anunciante, sobre todo pensando en espacios para patrocinios; crecen los espacios en blanco, el periódico respira más, entran fuentes menos condensadas y con más contraste (la Chronicle sustituye a la Gúlliver en el cuerpo del texto y los titulares y una Futura retocada toma forma en el logo, cabeceras, citas y otros elementos), se hacen uniformes las cinco columnas (salvo en las llamadas páginas ágata: clasificaciones deportivas, televisión, cartelera, bolsa, etc. que irán a 8), más presencia de breves, más peso para secciones en las que están interesados los nuevos lectores, (tecnología, viajes, etc.) y más implicación del redactor con la audiencia, que la voz personal del periodista brille más en sus escritos; no más opinión, sino rasgos que delimiten unas voces de otras ("si nuestra voz ha sido la marca, ahora vamos a ser una sinfonía de instrumentos", indica el presidente del USA Today, Larry Kramer). En definitiva, un periódico más sencillo y ligero en la forma, más conciso, más directo al grano, más ordenado y fácil de leer y más en supuesta sintonía, en cuanto a temas, con las nuevas generaciones.

En donde los cambios son más radicales es en la versión digital, en donde se apuesta por una web que rompe definitivamente con el concepto estético de periódico impreso que aún se arrastra, heredado, en muchas publicaciones periodísticas en internet, y pasa a convertirse en un espacio digital de noticias e información, más parecido al que puede encontrarse en algunas aplicaciones de tabletas digitales. No cabe caer en el error de confundir los conceptos: deja de asemejarse a un periódico impreso (en lo estético), pero pasa a ser un periódico digital nuevo en la forma sin renunciar a su valor primordial: el periodismo y la información, sobre todo la de última hora. Muchos periódicos digitales, en su afán por reinventarse, acaban perdidos en una indefinición no sólo estética sino conceptual, en donde la información y el periodismo se desdibujan y desjerarquizan convirtiéndose en híbridos a medio camino de todo.

En esa línea de diferenciarse estéticamente del papel sin renunciar a ser un periódico en el que prime el periodismo, el USA Today digital va a apostar por las últimas noticias, por las coberturas en directo de los hechos que están sucediendo, y da un paso más allá y trata de llevar a la web también lo que sucede a la información y antecede al análisis en profundidad que se puede encontrar al día siguiente, un análisis en caliente que permita interpretar ya las primeras claves de las informaciones de última hora, su alcance e impacto. Más vídeos, más reportajes, más interactividad y personalización completan a grandes rasgos este replanteamiento de la web del USA Today, envuelto en ese novedoso diseño que refuerza el valor de la última hora, con una apuesta por una navegación lateral, izquierda-derecha, con flechas que van conduciendo al lector de sección en sección mediante un click, hasta que cierra y regresa a portada para seguir navegando: un intento por lograr continuidad y profundidad en la navegación, uno de los grandes retos que aún no han resuelto los periódicos digitales.

Como hace 30 años, el USA Today apuesta por volver a ser el símbolo de la innovación en una época en la que es necesario seguir buscando nuevos caminos y fórmulas. Con la reestructuración aún en marcha (y caótica todavía en algunas áreas nuevas), es pronto aún para saber qué será el USA Today el día de mañana cuando acabe afinando los cambios, cuáles de sus innovaciones serán copiadas y cuáles morirán por el camino, pero en su debe no quedará nunca, al menos, no haberlo intentado, no haber mirado hacia el futuro