Las farmacias de la Comunidad Valenciana pidieron ayer al Gobierno central "un rescate especial" a través del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) para evitar "la quiebra total" de las oficinas y que se pueda llegar a generar "un problema de salud pública".

Las farmacias acumulan una deuda de 450 millones de euros de la Generalitat correspondientes a cuatro meses y medio, una situación que les ha llevado "al límite, a la ruina" y que en noviembre se agravará debido al vencimiento de pólizas.

La presidenta del Colegio de Farmacéuticos de Valencia, María Teresa Guardiola, afirmó que la solución a estos problemas la ve "en Madrid". Las farmacias se sienten en "indefensión" y "desatendidas", según Guardiola, quien insistió en una solución "radical y definitiva" de la misma manera que se ha rescatado a los bancos.

Las oficinas de farmacia de Alicante, Castellón y Valencia iniciarán el lunes un cierre indefinido como protesta por los impagos de la Generalitat.