. sta verdura es una variedad de col muy apreciada por su sabor, sus propiedades y facilidad de preparación. También influye el hecho de que resulta económica y la posibilidad de consumirla durante todo el año.

Originariamente no se utilizaba como alimento, sino como fármaco para tratar dolores de cabeza y diarreas. Se considera originaria de la zona mediterránea, pero su buena adaptación a todo tipo de climas ha hecho que su cultivo se haya extendido en diferentes zonas y países. A España llegó en el siglo XVIII y, desde entonces, se cultiva en muchas regiones.

Botánicamente pertenece a la familia Brassicaceae. La especie Brassica oleraceae es una planta anual que puedes encontrar en el mercado durante todo el año, aunque su mejor momento en nuestra zona va de septiembre a enero. Es una inflorescencia que consta de una parte redonda comestible de color diferente en función de la especie de que se trate (blanca, morada, amarillenta) y una cubierta externa de hojas verdes que protegen el cogollo central de la luz del sol. Su tamaño es variable y puede llegar a pesar 2 kg y medir unos 30 cm. de diámetro.

Existen muchas variedades (unas tres mil), clasificándose en función de distintos criterios, de los que podemos destacar el del color. Así, puede ser: -Blanca (los agricultores evitan que llegue el sol tapando el cogollo con hojas verdes y no se desarrolla la clorofila). -Verde (expuesta al sol continuamente por lo que la clorofila se desarrolla); es más aromática y con mayor contenido en vitamina C.

-Morada (debido a las antocianinas antioxidantes presentes en su composición); el color suele reducirse al cocinarla.

Es un alimento de escaso aporte energético, pues presenta un bajo contenido en hidratos de carbono, grasas y proteínas. Contiene mucha agua y se considera fuente de fibra, vitaminas del grupo B (fundamentalmente B6), ácido fólico y minerales (potasio).

Se le atribuyen propiedades diuréticas, que favorecen la eliminación de líquidos del organismo, con la consiguiente expulsión de sustancias de desecho disueltas en ellos. Se considera beneficiosa en problemas como: retención de líquidos, hipertensión y oliguria (baja eliminación de orina). Se recomienda a quienes tienen tendencia a formar cálculos renales. Está indicada también en dietas para diabéticos y de adelgazamiento.

Su mayor inconveniente es que provoca flatulencia. La fibra y los abundantes compuestos azufrados son responsables de la formación de gases y la dificultad para la digestión de este alimento, aunque es más digerible que otras de su grupo, por lo que no se restringe en personas que padecen trastornos digestivos como gastritis, úlcera o digestiones difíciles. Resulta más suave y digerible si se cuece con hinojo o comino. También puede ayudar a su digestión tomarse una manzanilla con anís o hierbabuena de postre.

Elígela sin manchas marrones, partes separadas o ajadas, zonas blandas, etc. porque son signos de que está pasada. El cogollo debe tener un color uniforme (entre blanco y marfil); la parte interna debe ser firme y compacta y las hojas verdes externas deben ser tiernas y no tener manchas.

Se mantiene en la nevera una semana dentro de una bolsa agujereada. También se puede congelar previo escaldado. Lávala bien antes de cocinarla. Se recomienda introducirla en agua con sal media hora si la vas a consumir en crudo. Se prepara cocida, asada, al vapor, frita, gratinada, rebozada, etc., como acompañamiento de otros platos (carne, pescado, arroz, legumbres, etc.) o como ingrediente básico de una menestra de verdura.

Al cocinarla, huele mal. Evita la tentación de tapar la olla en la que la cueces. Así no perderá sus propiedades organolépticas y su sabor no resultará excesivamente concentrado. Se recomienda añadir al agua una patata cocida, unas gotas de limón o un trozo de pan duro.

Si buscas una receta fácil y original, te propongo que prepares coliflor al horno: hierve la coliflor en agua con sal y dos pastillas de caldo vegetal. En otra olla cuece 300 gr. de champiñones limpios y escurre ambos. Prepara una bechamel clara con harina, leche y mantequilla. En una fuente de horno pones una capa de bechamel, una de champiñones y otra de coliflor. Lo cubres con la bechamel restante y le añades queso rallado. Al horno hasta que esté bien gratinado.

Una dieta sana debe ser variada y equilibrada. No excluyas ningún alimento porque te "siente mal" o "no te guste". Consulta tus dudas con el médico o el farmacéutico. Ellos pueden darte soluciones para cualquier problema sanitario que se te plantee.

*Carmen Reija López es farmacéutica colegiada