El Gobierno británico anunció ayer que el obispo Justin Welby será el próximo arzobispo de Canterbury, líder espiritual de casi 80 millones de anglicanos, cuyos grandes retos serán el matrimonio gay y la ordenación de mujeres obispo. Como es tradición, la designación fue comunicada por Downing Street, residencia oficial del primer ministro británico, David Cameron, después de que la reina Isabel II diera su aprobación final por ser gobernadora suprema de la Iglesia de Inglaterra.

Welby sustituirá en enero a Rowan Williams, el arzobispo del ala liberal que pasará a ser rector del prestigioso Magdalene College de la Universidad inglesa de Cambridge, después de diez años como primera personalidad religiosa anglicana.

La elección del 105 arzobispo de Canterbury ha estado a cargo de la llamada Comisión de Candidaturas de la Corona, formada por dieciséis obispos y laicos, que evaluaron en secreto y durante varias semanas los méritos de los candidatos e hicieron la recomendación al Gobierno.

Welby, de 56 años, no aparecía en un primer momento como favorito para ocupar la máxima jerarquía anglicana, especialmente porque fue ejecutivo del sector del petróleo y fue designado obispo hace apenas un año. Pese a su tendencia conservadora y su conocida oposición al matrimonio gay en la Iglesia, Welby mostró ayer su lado más pragmático y su apertura al diálogo al condenar la homofobia, de la que dijo que no debe ser aceptada de ninguna manera.