El gallego Álvaro G.A. terminó la relación con la que era su pareja y reaccionó subiendo a internet un vídeo sexual de los dos cuya difusión ilegal le ha valido una condena. El joven aceptó ayer una pena de un año de prisión y el pago de 3.000 euros de indemnización en concepto de daños morales a la joven, a la que pretendía vejar y menoscabar con las grabaciones íntimas colgadas en la Red, según el criterio recogido por el Ministerio público en el escrito de acusación que, una vez que el acusado reconoció los hechos, se dio por acreditado.

Después de que la relación sentimental fracasara, el 20 de diciembre de 2010, el acusado subió imágenes realizando el coito con la que fue su pareja a una conocida red social.