El Materno Infantil Teresa Herrera de A Coruña registra cada año el nacimiento de más de 300 bebés prematuros, lo que supone el 10% de los partos que se atienden en el centro. Una tasa similar a la del conjunto de España y que se ha duplicado en los últimos quince años. "Si en 1996 la tasa de partos prematuros era del 5,84%, hoy en día oscila entre el 9 y el 10%", señala el responsable de la Unidad Neonatal del Materno, José Luis Fernández Trisac, quien atribuye este aumento al retraso en la edad de la maternidad, a los tratamientos de reproducción asistida, al estrés o al tabaquismo, entre otros factores.

Los médicos consideran bebé prematuro a todo aquel que nazca antes de los nueve meses de gestación (la semana 37) aunque solo califican de alto riesgo a los pequeños que nacen antes de la semana 32 y pesan menos de 1.500 gramos. "El tercer trimestre del embarazo es el más importante para la maduración del bebé y es lo que, en mayor o menor medida, se pierden estos niños. Morfológicamente están bien formados, pero tienen todo sin madurar: la función respiratoria, el sistema digestivo, el nervioso, etc...", señala el doctor Trisac, quien añade: "Hoy en día el 85% de los bebés prematuros logra sobrevivir y la mayoría sin secuelas, pero las primeras semanas de vida son muy importantes ya que pueden tener problemas nutricionales, para desarrollar la visión, para respirar...".

La maduración que deberían haber desarrollado de forma natural en el vientre de su madre, la consiguen de forma artificial en las incubadoras del hospital. "Para el desarrollo de estos niños hay que evitar estrés a su alrededor. Para ello reducimos la exposición de la luz, tenemos una enfermera como quien dice a pie de cuna y estimulamos el papel de los padres, que no están preparados para esto. Nadie está preparado para tener un niño prematuro, algo complejo e inesperado", señala Trisac. "En el hospital trabajamos por incorporar cada vez más a los padres en los cuidados de los niños aunque sean prematuros y por ello, cuando están en la UCI pueden venir a visitarlos de 09.30 a 23.00 horas", añade.

Pediatras, cirujanos, neurólogos, enfermeros o personal de atención temprana son solo algunos de los sanitarios que se encargan de velar por que los niños que nacen antes de tiempo crezcan sin ningún tipo de secuelas. La mayoría de los bebés prematuros permanece ingresado un tiempo similar al que faltaba de embarazo. "Suelen recibir el alta más o menos en la fecha en la que deberían haber nacido", señala el doctor Trisac. Pero para algunos, la vigilancia médica no finaliza ahí. Los bebés prematuros calificados de alto riesgo al nacer antes de los ocho meses de gestación -el Materno de A Coruña registra cada año entre 30 y 40 casos- deben acudir a revisiones periódicas hasta los tres años.

Los médicos coruñeses son optimistas y aseguran que en la mayor parte de los casos, los bebés prematuros llevan una vida adulta sin problemas. Además, sostienen que no tienen mayor riesgo que quienes nacen a los nueve meses de sufrir ciertas patologías. "Hay estudios que apuntan a que hay mayor incidencia de trastornos de aprendizaje y conducta en quienes han sido prematuros, pero todavía hacen falta más investigaciones para confirmarlo", señala Trisac.

Pese a que todavía son minoritarios, los partos prematuros ya no son algo excepcional. El retraso de la edad de la maternidad puede estar detrás. "Cuanto mayor es la madre, más complicaciones hay en el embarazo y esto aumenta el riesgo de que el parto se adelante. Además hay otros factores como el tabaquismo de la madre, que sufra estrés, los tratamientos de reproducción asistida o ciertas infecciones que pueden provocar un parto prematuro", señala este facultativo coruñés, quien sostiene que "excepto en embarazos de alto riesgo" no se puede predecir cuándo se adelantará el parto.