Divergencias, sí; complots, no. El portavoz de la Santa Sede, Federico Lombardi, salió ayer al paso de las informaciones sobre supuestas intrigas vaticanas surgidas al calor de la renuncia de Benedicto XVI al Papado. "En todas las instituciones hay diferencias de opiniones, que bien conducidas pueden llevar a dar pasos adelante. Si todos piensan los mismo, no se avanza. Las diferencias de opiniones forman parte de la vida, pero eso no quiere decir que haya batallas o complots", afirmó Lombardi durante un encuentro con la prensa. Lombardi agregó que las noticias publicadas "van más allá de la realidad".

Benedicto XVI dejará su cargo el próximo día 28, pero mantiene su agenda. Ayer recibió en audiencia al presidente de Rumanía, Traian Basescu con quien habló durante veinte minutos a solas de la colaboración entre la Iglesia Católica y el Estado rumano en el ámbito educativo y en la defensa de los valores europeos.

El Obispo de Roma y Basescu también analizaron la situación de los católicos (minoría en un país de mayoría ortodoxa) en Rumanía y la contribución de la Iglesia Católica a la integración de la comunidad rumana en el exterior.

Basescu, que llegó al Vaticano acompañado de su esposa y una delegación compuesta por doce personas, regaló al Papa un libro de grandes dimensiones, hecho a mano, sobre la Historia de las Iglesias Cristianas en Rumanía, país de mayoría ortodoxa. Tras ojearlo con atención, Benedicto XVI le entregó su regalo-la tradicional medalla del Pontificado- y le dijo, sonriendo, "mi regalo es más modesto que el suyo".

Benedicto XVI presentaba buen aspecto y dio las gracias al presidente cuando éste, antes de marcharse le dijo "Santidad, rezo por usted". El Obispo de Roma tiene previsto recibir también mañana en audiencia al presidente de Guatemala, Otto Pérez Molina.

En la jornada de ayer, el Papa recibió también a los miembros de la asociación Pro Petri Sede, de Bélgica, Luxemburgo y Holanda, que da ayuda económica para las necesidades de la Santa Sede, y a los obispos de la región italiana de Liguria, para la tradicional visita ad limina apostolorum, que están obligados a realizar al Papa cada cinco años todos los prelados del mundo. Los prelados estaba encabezados por el cardenal Angelo Bagnasco, arzobispo de Génova y presidente de la Conferencia Episcopal Italiana.

Y también ayer se difundió que el abogado alemán Ernest von Freyberg, de 55 años, ha sido nombrado presidente del Instituto para las Obras de Religión (IOR), conocido como el Banco del Vaticano. Von Freyberg sustituye al italiano Ettore Gotti Tedeschi, quien había sido destituido en mayo de 2012 por el Consejo de Supervisión de la entidad.

Con esta designación, el Vaticano pretende atajar las críticas a la entidad, a la que se acusa de falta de transparencia. Tedeschi está siendo investigado por la Fiscalía de Roma por una supuesta violación de las normas sobre la prevención del blanqueo de dinero. El 30 de diciembre de 2010, el Papa aprobó una ley para luchar contra el blanqueo de dinero en la instituciones financieras del Vaticano, con el fin de ingresar en la lista blanca de Estados que respetan las normas contra el lavado de capitales.

Von Freyberg ha sido nombrado por la Comisión Cardenalicia que vigila el funcionamiento del IOR, tras estudiar los perfiles de 40 candidatos de todo el mundo, y el Papa ha dado su consentimiento. Católico practicante, pertenece a la Orden de Malta y participa en las peregrinaciones de enfermos a Lourdes. Es también presidente de la naviera alemana Blohm+Voss, lo que llevó a algunos periodistas a preguntar a Lombardi cómo se había elegido presidente del IOR al responsable de una empresa que construye barcos de guerra. Molesto, el portavoz vaticano respondió que acusarle de "armamentista no es honesto ni correcto", a la vez que subrayó sus valores morales y que trabajará exclusivamente para el IOR. "Es presidente de una naviera que construye barcos en todo el mundo; después, lo que introduzcan en los mismos no depende de él", afirmó Lombardi.