La técnica conocida como estimulación profunda del cerebro (DBS), que consiste en un dispositivo similar a un marcapasos que se implanta en el cerebro, podría ayudar a las personas con anorexia severa que no se han beneficiado de otros tratamientos. La mitad de los pacientes con este método mostraron mejoras en el estado de ánimo y el Índice de Masa Corporal (IMC), lo que hace que los investigadores confíen en la eficacia de esta técnica.