Jorge Bergoglio pudo haber terminado en el altar, pero como marido, si su noviazgo con Amalia, su novia del barrio durante Secundaria, hubiera prosperado y su propuesta de boda no hubiera caído en saco roto, como recordó ayer una mujer que se acreditó como la antigua amiga de la infancia del Papa.

"Si no me caso con vos, me hago cura", le dijo un día Bergoglio a Amalia, su novia del barrio porteño de Flores, cuando apenas contaban 12 años, relató ayer la mujer ante diversos medios locales, concentrados en el barrio de la infancia del actual Papa.

El romance no prosperó por la oposición de los padres de ella, explicaba una Amalia muy emocionada que todavía lamenta que Bergoglio no pudiera oficiar la ceremonia de su boda con su actual marido en la parroquia del barrio. Así le hubiera gustado, aseguró.

El cardenal argentino Jorge Mario Bergoglio, jesuita y arzobispo de Buenos Aires, se convirtió el miércoles en el Pontífice número 266 de la Iglesia católica.

La fumata blanca indicó su designación minutos después de las siete de la tarde, en sustitución del ya Papa emérito Benedicto XVI, que renunció el pasado 28 de febrero. El nuevo Papa participará del Ángelus el próximo domingo.