El Tribunal Supremo ha absuelto por prescripción del delito al médico barcelonés Andreu B., de la acusación de lesiones en el ámbito familiar cometidas al contagiar de manera consciente la hepatitis B a su pareja, con la que convivió entre 2004 y 2008. El Supremo concluye en la sentencia que "sin restar importancia médica a la enfermedad padecida, lo cierto es que en la mayoría de los casos estos brotes curan sin secuelas, como afortunadamente le sucedió a la recurrente", por lo que las lesiones no son graves y el delito ha prescrito.