El presidente de la Asociación Galega de Editores, Manuel Bragado, lamenta que en lugar de dar prioridad a la lectura, algo fundamental para este sector y los índices de cultura de un país, se hayan reducido las ayudas, "un hecho sin precedentes ante el que el colectivo no puede más que lamentarse". Este gallego, fiel defensor de que la biblioteca es una de las instituciones más importantes por su papel de acceso al conocimiento, reclama que la competencia lectora sea una causa "en la que trabajemos todos" y forme parte "en serio" de la agenda política.