El Juzgado de lo Penal 2 de Ferrol ha absuelto a la enfermera juzgada por la muerte de un bebé recién nacido en el Hospital Universitario Arquitecto Marcide de Ferrol el 20 de noviembre de 2010, que falleció horas después de nacer al habérsele inyectado en la sala de partos un medicamento anticoagulante que iba dirigido a la madre para cortar la hemorragia que sufría.

La sentencia, de la que cabe recurso ante la Audiencia Provincial, determina que el "fatídico error" fue cometido por la enfermera, S.B.P., pero que "su conducta no resulta penalmente relevante por no haberse acreditado la concurrencia de culpa o imprudencia profesional". Además, se considera que no puede "responder por la deficiente gestión de recursos humanos que pudiere atribuirse al centro médico", al asignar a personal de enfermería no especializado a una unidad para la que los enfermeros reciben formación específica.

La enfermera había sido contratada de forma eventual durante 48 horas, para los días 19 y 20 de noviembre y era la primera vez que asistía en un parto.

Los hechos juzgados se produjeron el 20 de noviembre de 2010 en el Hospital Arquitecto Marcide de Ferrol, integrado en el Servizo Galego de Saúde (Sergas). En la vista judicial, además de la acusada, habían prestado declaración, en calidad de testigos, las personas que estuvieron presentes en la sala de partos: dos ginecólogos, una matrona, una pediatra, una auxiliar de enfermería, la madre del bebé y la hermana de la mujer.

Tras el parto, se certificó que el bebé estaba sano, pero la madre sufrió una hemorragia, que no se pudo frenar con la oxitocina que se le suministraba a través del suero. Por ese motivo, la ginecóloga pidió que se le inyectase el medicamento Metherghin. Por error, la enfermera se lo suministró al bebé que, aunque fue trasladado a la UCI, falleció a las 23.00 horas del mismo día.