El horror de una guerra cimentó las bases para el nacimiento de una de las mayores entidades de ayuda social y humanitaria a nivel mundial: Cruz Roja. Corría el año 1859 cuando el empresario suizo Henry Dunant viajó a Solferino (en el norte de Italia) por cuestiones de negocios. Esa misma noche 40.000 personas perdieron la vida debido a los enfrentamientos entre el ejército francés y piamontés. Dunant -que vio cómo la mayoría de los heridos quedaban desatendidos y morían por falta de asistencia médica- tuvo claro que había que evitar esta situación y cuatro años más tarde fundaba junto a otros ciudadanos suizos el Comité Internacional de Cruz Roja, apoyado por 16 países. Siglo y medio después, esta entidad cuenta con colaboradores en 188 estados y más de trece millones de voluntarios en todo el mundo. "Pese a cumplir 150 años somos una organización actual, que ha sabido adaptarse a las nuevas necesidades", indica la coordinadora de Cruz Roja en A Coruña, Carmen Díaz-Pache, quien define a esta ONG como "una entidad humanitaria y auxiliar de los poderes públicos".

Pese a su constante evolución, Cruz Roja no ha olvidado los objetivos con los que nació. Creada como una sociedad de socorro para prestar principalmente asistencia médica a víctimas de conflictos bélicos, ahora compagina esta labor con ayuda humanitaria a víctimas de desastres naturales o accidentes así como asistencia a personas en riesgo de exclusión social o colectivos vulnerables como inmigrantes, mayores o víctimas de violencia de género. "Atendemos las nuevas necesidades que van surgiendo, pero sin olvidar las anteriores", indica Díaz-Pache, quien reconoce: "Hacemos planes a corto plazo, a unos cuatro años vista, porque tenemos que ajustarnos a la demanda".

Basta con echar un vistazo a la historia de Cruz Roja en España para observar estos cambios. Con presencia desde 1864 se centró en un inicio en los conflictos bélicos: prestó ayuda humanitaria en la guerra franco prusiana de 1870; atendió a víctimas de la tercera guerra carlista y aumentó su actividad durante la guerra civil española tras la que amplió su asistencia a víctimas de incendios, inundaciones o accidentes de todo tipo. "En la década de los 70, Cruz Roja era conocida por los puestos de socorro que tenía en las carreteras para atender a víctimas de accidentes de tráfico porque no existía una red de ambulancias. Ahora han cambiado los servicios que ofrecemos", indica la coordinadora en A Coruña.

150 años después, Cruz Roja es un referente por prestar ayuda a millones de personas en todo el mundo. Una labor por la que recibió el premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional en 2012.