La empresa de catering que atiende el comedor del colegio Isla de Tabarca de Alicante suspendió ayer el servicio "asfixiada" por el impago de 180.000 euros que arrastra la Generalitat valenciana, lo que ha provocado que 26 de los 260 alumnos usuarios del comedor que no han sido recogidos por sus padres hayan comido de bocadillo, según confirmó la responsable de la sociedad, María Angeles Pujante.

La falta de liquidez para atender los pagos de alimentos e incluso las nóminas y los impuestos ha llevado a la mercantil a "plantarse" y "suspender el servicio" hasta que Educación "no ingrese" parte de la deuda, cuyo total corresponde a ocho mensualidades.