El próximo 25 de junio, Sara Coleman podría hacerse con el prestigioso galardón International Woolmark Prize, en su final europea. La diseñadora coruñesa es una de las diez tijeras que optan a ese reconocimiento y la única española. Si logra traerse a casa el galardón, su nombre se uniría al de gigantes de la moda como Karl Lagerfel o el mismísimo Yves Saint Laurent, que lo ganó hace casi medio siglo, concretamente, en el año 1954.

"La nominación fue una sorpresa y supuso una alegría tremenda. Me mandaron un correo electrónico cuando estaba en la Mercedes Benz Fashion Week Madrid pidiéndome un dosier muy completo sobre mi trabajo y mis últimas colecciones y, a los tres días, me llamaron anunciándome que era una de las finalistas europeas", explica Sara Coleman, "muy satisfecha" por el hecho de que fueron los propios organizadores del certamen los que se fijaron en su trabajo. "Estar entre los finalistas es ya todo un premio, no solo porque en la nómina de galardonados figuran genios como Yves Saint Laurent o Karl Lagerfeld, sino también porque el jurado está integrado por importantes nombres del mundo de la moda, como directores de revistas del nivel de Vogue o diseñadores consagrados, como Donatella Versace o Victoria Beckham", destaca.

Para la final europea del próximo 25 de junio, que se celebrará en una de las grandes capitales de la moda, Milán, la creadora coruñesa diseñará una "colección cápsula" -en el lenguaje de la moda, se denomina así a las colecciones con alguna característica que las diferencia del resto y que no tienen más de una veintena de piezas diferentes- compuesta por seis looks elaborados en lana merino, requisito indispensable en este concurso, que nació para promover, precisamente, ese tejido. "Tenemos que presentar los seis bocetos y uno de ellos, realizado. En el caso de llegar a la gran final internacional, allí sí que tendríamos que llevar hechos los cinco diseños restantes", explica Sara Coleman, quien señala que la temática del certamen es libre, por lo que cada creador puede elegir en qué se inspira. "Lo que nos exigen es que sea una colección comercial", apunta, y añade: "Vamos a mantener nuestro estilo orgánico, mezclando la lana merino con seda mediante una técnica tradicional japonesa, y también trabajaremos mucho los volúmenes", avanza.

En la final europea del próximo mes, la diseñadora coruñesa tendrá que verse las caras con Dawid Tomaszewski; Gabriele Colangelo; La han Zarubova; Jan-Jan Van Essche; Mattijs van Bergen; Norwegian Rain; Piece d'Anarchive; Sibling; y Tabernacle Twins. "Más allá de la dotación económica, hacerse con el galardón supondría un importantísimo espaldarazo para introducir nuestra marca en el circuito comercial europeo", subraya Sara Coleman, quien considera que "la única salida" que tienen para sobrevivir las empresas textiles es exportar. "Nuestra idea es dejar la producción aquí, pero pensar en un cliente global", apunta la creadora coruñesa, cuya firma está presente ya en Rusia e Indonesia.

El International Woolmark Prize tiene por objetivo promocionar el talento de jóvenes creadores de la moda y se celebra en cinco demarcaciones diferentes -Europa, Australia, Estados Unidos, China e India-. El ganador de cada una de ellas podrá acudir a la gran final internacional que se celebrará, el año que viene, en el transcurso de la Semana de la Moda de Milán.