El director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, el padre Federico Lombardi, negó ayer los rumores que apuntaban a que el papa Francisco había realizado un exorcismo al final de la misa de Pentecostés en la Plaza de San Pedro el pasado domingo.

Lombardi declaró que "el Santo Padre no ha pretendido hacer ningún exorcismo", sino que "simplemente ha querido rezar por una persona con sufrimiento que le habían presentado" como lo hace frecuentemente por las personas enfermas y con sufrimiento que le acercan.

Los rumores surgieron cuando algunos exorcistas entrevistados en la transmisión Vade Retro de Tv2000, la emisora de la Conferencia Episcopal Italiana (CEI), aseguraron que el papa Francisco, imponiendo las manos sobre la cabeza de un enfermo, había pronunciado una oración para librarlo del demonio.