Los condenados por violencia machista que hayan cumplido su pena en prisión tendrán libertad vigilada para evitar que reincidan, de forma que tanto los agentes implicados en la seguridad de las víctimas como éstas podrán saber dónde se encuentran. Esta es una de las principales medidas de la Estrategia Nacional contra la Violencia de Género, cuyas líneas maestras presentó ayer el secretario de Estado de Servicios Sociales e Igualdad, Juan Manuel Moreno, y que incluye 258 medidas para "aislar" completamente a los maltratadores y ponerle todas las facilidades posibles a las víctimas.

El plan está dotado con 1.539 millones de euros y tendrá una duración de cuatro años, es decir, se pondrá en marcha este año y se prolongará hasta 2016. Persigue, entre otros objetivos, mejorar la respuesta institucional ante el maltrato, visibilizar otras formas de violencia contra las mujeres -como los matrimonios forzados- formar y sensibilizar a los agentes implicados, coordinar el trabajo en red y radiografiar el maltrato.

Moreno señaló que el plan quiere combatir el silencio de las víctimas, que supone el "peor enemigo" para la lucha contra la violencia machista (el 80% de las maltratadas no denuncia), así como mejorar la atención y la información que éstas reciben por parte de las administraciones.

El plan contempla la extensión de la medida de libertad vigilada a los delitos de violencia de género, que estará incluida en la reforma del Código Penal y que entrará en vigor aproximadamente en septiembre u octubre, cuando se apruebe el texto definitivo que elabora el Ministerio de Justicia. Se trata, explicó, de que las víctimas y sus encargados de la seguridad estén informados de la situación del maltratador para evitar esa reincidencia que, "desgraciadamente" ha ocurrido en varias ocasiones. Esto también ocurrirá con los internos cuando disfrutan de permisos penitenciarios, porque las maltratadas "muchas veces" no tienen conocimiento de que se agresor está en la calle. Para ello, podrán utilizarse controles telemáticos que "funcionan con corrección y precisión". En cuanto a la tipificación de delitos, el Gobierno incluye en esta propuesta al "acoso, hostigamiento y acecho" a una persona que altere "gravemente" el desarrollo de su vida cotidiana. Además será delito manipular los dispositivos electrónicos de control.