Las 'bebecés'. Son tiempos de BBC (bodas, bautizos y comuniones). Aleluya. Bodorrio en Barcelona. La infanta Cristina, ausente. Bodorrio en Sevilla. La infanta Elena, presente, a la par que discreta. La duquesa de Alba, en reposo. Dice Alfonso Díez, el duque consorte, que, coqueta como es, no quiere que la vean en silla de ruedas o andador. Las bodas, bautizos y comuniones pueden devolver un poco la vida a la finca Yerbabuena, que desde la boda de Chayo no sale en las revistas. Lo que pasa es que si todo son propios, amigos y familiares no sé yo cómo irá la caja. Dicen que Ortega la quiere vender. En cualquier caso, se espera, para mediados de mes, el bautizo del pequeño jr, el hijo del torero y Ana María Aldón, la frutera. Y para un poco después la reboda de la inefable pareja Jaime Ostos-María Ángeles Grajal, los papás de Jacobo, ese que posó sin tapujos para una revista con gran disgusto de su padre, que no gana para sustos el hombre. Igual Jesulín podría plantearse hacer lo mismo que su compadre con Ambiciones. Si allí ya no florecen el tigre Currupipi, ni las fresas, ni las reses, ni Humberto, no sé por qué el torero no se mete a organizar saraos. Porque como consulta odontológica de la doctora Campanario resulta excesivo. Quizá.

Mi 'chouchou', mi miel, mi 'cachuli'. Han tenido que venir el mentor lingüístico Paul Noble y los asesores del Diccionario Collins a sacar a la luz el lenguaje de la intimidad de los políticos. No el catalán que hablaba el políglota Josemari. El del poder y el amor. Carla Bruni llama chouchou a Sarkozy, que en francés es una metáfora cariñosa pero aquí, de toda la vida de dios, un perro peludo y con la lengua azul. Samantha Cameron es más maternal y a quien todo el mundo llama primer ministro británico, ella, bebé. Michelle Obama comentó una vez, refiriéndose al presidente de EEUU "es mi miel". De Rajoy y Viri no dice destination language courses ni mú. Mejor así. Para el país. Pero los que sí merecerían una nota a pie de página, aunque sea, puesto que él fue alcalde y ella, alcaldesa consorte, son Julián Muñoz, Cachuli, e Isabel Pantoja, su gitana. Para los anales.

'Paparazzi'. "Somos los que buscamos las noticias, las generamos y las fabricamos -¿fabricamos dicen?, confesión expresa- y, sin embargo, somos los menos valorados". Los paparazzi se reivindican. Ahora cualquiera hace un robado con la cámara del móvil. Los precios también han caído. Ya se lo dijo un reportero a Tamara Falcó, que alucinó en colorines, que es como alucina ella, al saber que tenía que trabajar un domingo, día de descanso y día del señor, para dar de comer a sus hijos. Ellos, que han tenido que aguantar en todos estos años las peinetas del niño Obregón y los dientes de Isabel Pantoja a cambio de asistir impertérritos a los posados veraniegos de la primera y los sofocos rocieros de la segunda. No está pagado esto.

Princesas infractoras. En capilla, la princesa Magdalena de Suecia fue sorprendida conduciendo por el carril-bus de Estocolmo. En vano utilizó los tópicos argumentarios: que si no sabe usted con quién está hablando, llamen ustedes a palacio; que si estoy con los nervios de la boda, que si se me derretía la tarta o llegaba tarde a la prueba de peluquería. En vano apeló a la inmunidad; en Suecia como aquí, del Rey abajo, ninguno. La policía sueca es profesional. Como la guardia civil española. Aunque se confunda, porque fue un error, ha demostrado que no le temblaría el pulso a la hora de sancionar a una infanta de España. Lo raro era que la supuesta infanta infractora condujera un tractor. Pero con los recortes presupuestarios en la Casa Real cualquiera sabe...

La peluca. Qué mala idea, de verdad te lo digo, Nacho Abad. Tú ahí, muy profesional, muy científico, muy periodista de investigación, muy de datos, como levitando siempre por encima de los chismes de otros colaboradores de Ana Rosa y ¿con qué me sales? Se lleva el pobre Camilo un susto de la muerte, asaltado, amordazado, atado a la silla, saqueado, humillado, vejado. Resulta encima que el asalto, la mordaza, la atadura, el saqueo, la humillación, la vejación parten de los suyos, exsuyos, de su antiguo equipo de colaboradores. Te haces con el atestado, con las actas de la declaración ante el juez, con más papeles que Wikileaks. Y ¿con qué me sales? Con una peluca. Que los ladrones se llevaron como botín una peluca del artista. ¿Pero peluca de qué? ¿Qué insinúas, Nacho Abad? Pues mira, si es cierto, donde tenéis Ana Rosa y tú que profundizar es en la psicología de los cacos, o en cómo se ha puesto el mercado de segunda mano, porque a Belén Esteban sin ir más lejos, las pasadas vacaciones de Semana Santa, también le entraron en el chalé. ¿Y qué sustrajeron los amigos de lo ajeno -¡ah, no, que por lo visto eran amigos de la propietaria!-? Pues con su ropa interior. Ni el bisoñé ni los tangas han aparecido hasta la fecha. Que le conste a Nacho Abad.

¿Pero qué me están contando? ¿Los príncipes de Corina, ranas? ¿El cuento de hadas, un guión? ¿El palacio, de cartón piedra? ¿Los enamorados, figurantes? Acaba de destaparse el pastel: los chicos no son reales, son actores. Bueno, aspirantes, meritorios. Un simpático hizo una fugaz aparición junto a Toni Alcántara. Otro pasó por La que se avecina. El nerd ejerció -cómo no- de bicho raro en Los Protegidos. Uno de los guaperas es un profesional de los castings: Curso del 63 y hasta Gran Hermano. El pretendiente bisexual, también, y está en lista de espera para Torrente 5. Y ahora me dirán que el padre de Corina no es psicoanalista argentino ni Luján Argüelles, bruja -aunque su exmarido diga que sí-, que los simpáticos no tienen la menor gracia y que el vampiro no bebía sangre ni dormía colgado. O que el clon no era tan ambiguo como el Ken de Toy Story. Ay, ay, ¿por qué me hacen esto? No me ilusionaba tanto desde que Escassi buscaba el amor en un cortijo, Dinio encontraba a Marujita y en Mónaco iba la novia blanca y radiante. Menos mal que siempre nos quedarán Alfonso y la Duquesa.