La quinta nave tripulada china al cosmos, Shenzhou X, partió ayer con tres astronautas a bordo desde la base de lanzamiento de Jiuquan, en el noroeste del país, en el año en que China celebra el décimo aniversario de estos viajes espaciales. El lanzamiento de Wang Yaping, la segunda mujer china que viaja al espacio, Zhang Xiaoguang y Nie Haisheng fue retransmitido a todo el país por la televisión estatal CCTV y seguido en la propia base por el presidente, Xi Jinping.

Wang, de 33 años, Zhang (47) y Nie (48) permanecerán en el espacio quince días -la misión china de mayor duración- y su principal cometido es llevar a cabo dos acoplamientos con el laboratorio chino Tiangong I (Palacio Celestial). En el laboratorio realizarán varios experimentos y llevarán a cabo las primeras reparaciones chinas en el cosmos, ya que el Tiangong I sufrió durante la anterior misión tripulada, hace un año, algunos problemas en su cableado y en los sistemas de apertura de compuertas.

Un nuevo laboratorio más avanzado será enviado al espacio en el futuro por el gigante asiático, de cara a la creación, hacia 2020, de la primera estación espacial permanente de China en el espacio. Ese año, precisamente, dejará de funcionar la Estación Espacial Internacional (ISS), en la que Pekín no participó por la oposición de EEUU, por lo que en la próxima década Pekín podría ser el único país en contar con esta infraestructura.

El programa espacial chino se convirtió hace diez años en el tercero capaz de lanzar astronautas al espacio exterior, tras el estadounidense y el ruso, y, aunque lo hizo con cuatro décadas de retraso respecto a Washington y Moscú, está desarrollándose con notable rapidez. El primer astronauta chino, Yang Liwei, viajó al cosmos el 16 de octubre de 2003 a bordo de la Shenzhou V.