El presidente de la Sociedad General de Autores de España (SGAE), Antón Reixa, afirma en una carta dirigida a los socios que no tuvo "la última palabra" en la contratación y la marcha del delegado de la zona Noroeste, Juan Carlos Fernández Fasero, quien fue despedido poco tiempo después de que el periódico El País informase de una subvención recibida por una productora de Antón Reixa, Filmanova Invest, por parte del organismo público, que antes de su llegada a la SGAE dirigía Fasero, la Asociación Galega de Industrias Culturais (Agadic).

Fasero acusó entonces a Reixa de mentir para "mantenerse en el poder" y aseguró que la ayuda en cuestión, 142.665 euros destinados a financiar la gira madrileña del musical Galicia Caníbal, se presentó como "el detonante" para justificar su despido, pese a ser lícita y haberse concedido antes de su incorporación a la SGAE.

Reixa recuerda en su escrito dirigido a los socios que se sometió a una votación de la junta directiva de la SGAE, que aprobó su continuidad en el cargo por 27 votos a favor, y avanzó que a la asamblea general de mañana llevará la documentación relativa al caso. Entre esta documentación figura una carta de Agadic sobre la concesión de la ayuda a Filmanova Invest, y del director comercial de la SGAE en aquel momento, Javier Trujillo, que dirigió la selección de personal.

El presidente de la SGAE alude en su escrito a que durante el periodo de preasambleas territoriales de la entidad "se han suscitado asuntos que parecen requerir explicaciones suplementarias", como es el caso del despido del delegado de la zona Noroeste.

Por lo demás, detalla que a la asamblea de mañana irán el informe contable y operativo sobre la consideración del "no socios" y otro sobre la validez jurídica de la aplicación de este concepto en las cuentas de la SGAE, que irá acompañado por un análisis de Rafael Sánchez, letrado del Consejo General del Poder Judicial.