Cuando se cumplen, hoy, los primeros 100 días de papado, la popularidad de Francisco continúa atrayendo a miles de personas a cada acto que preside, tal y como volvió a demostrar ayer durante la audiencia general de los miércoles que tradicionalmente celebra en la plaza de San Pedro.

El abrasador calor que estos días cae sobre la plaza cuya columnata ideó Bernini, a los pies de la Basílica de San Pedro y epicentro del mundo católico, no frena la llegada de fieles, turistas y curiosos, deseosos de ver y si es posible tocar y hablar con el papa argentino.

Y es que Jorge Mario Bergoglio, 100 días después de convertirse en Francisco, continúa gozando de una popularidad que parece no tener límites y muestra de ello es la marea de personas que inundan la plaza a cada evento público que preside.

Miles de personas que jalean, ovacionan y aplauden cada una de las palabras que pronuncia el pontífice, como ayer, cuando el público rompió en aplausos cuando Francisco exhortó a los fieles de todo el mundo a permanecer unidos porque, "¿cómo vamos a estar unidos todos los cristianos si no somos capaces de permanecer unidos entre católicos, tanto en familia como en sociedad?".