Zaryn Dentzel (Santa Bárbara, EEUU, 1983) sería un chico normal si no fuese porque gracias a una iniciativa tecnológica logró sacar a Telefónica 70 millones de euros. En 2006 fundó junto a unos amigos españoles la red social Tuenti que vendió hace tres años a la operadora de telefonía. Esa operación le cambió la vida. Ahora trabaja en la sede madrileña de Telefónica, donde tiene un despacho con un revelador cartel en el que se lee la palabra Laundry (lavandería). Es por este habitáculo por el que pasan todos los "trapos sucios" de la empresa que lidera con tan solo 30 años. El equipo de Dentzel entusiasma. Da empleo a 350 personas y está convencido de que el invento irá a más. "Cuando empecé me llamaron loco y cuando vieron que la idea salía para adelante esas mismas personas me decían que siempre habían confiado en el éxito de Tuenti", recuerda.