El Tribunal Supremo de EEUU emitió ayer dos fallos sin precedentes sobre el matrimonio homosexual que en un caso permitirán a las parejas del mismo sexo ya casadas recibir reconocimiento y beneficios fiscales a nivel federal, y en el otro que las bodas gais en California puedan volver a ser legales.

Fueron dos decisiones muy ajustadas, por votaciones de 5 a 4 ambas, y celebradas tanto por cientos de personas a las afueras del Supremo en Washington como por el presidente de EEUU, Barack Obama, políticos demócratas y activistas pro derechos de los homosexuales.

En el primer fallo del día el Supremo declaró inconstitucional la Ley de Defensa del Matrimonio (DOMA, en inglés), que lo define como "la unión entre un hombre y una mujer" e impedía, por tanto, que los homosexuales casados en los estados donde es legal lograran reconocimiento y beneficios fiscales a nivel federal. Esa declaración implica que los matrimonios homosexuales podrán comenzar a recibir beneficios federales, pero no se obligará a ningún estado que prohíba las bodas gais a permitirlas.

La DOMA "viola los principios del debido proceso y la igualdad de protección aplicables al Gobierno federal", según el fallo redactado por el juez Anthony Kennedy y apoyado por los cuatro magistrados progresistas del alto tribunal.

El caso contra la DOMA fue presentado por Edith Windsor, una mujer de 84 años que se vio obligada a pagar más de 350.000 dólares en impuestos federales por el patrimonio heredado de su esposa, Thea Spyer, fallecida en 2009, dado que su matrimonio no estaba reconocido como tal a nivel federal.

En el otro caso, el Supremo abrió el camino para que el matrimonio gay vuelva a ser legal en California.