Sí. Por fin ha llegado? y esperamos que se quede. Teníamos ganas de que empezase la época estival, pasear, ir a la playa, etc... Y no sólo porque la luz del sol participe en la síntesis de vitaminas o ayude a prevenir la osteoporosis, sino también porque nuestro ánimo necesitaba un cambio. Perfecto, pero los especialistas alertan de que somos muchos los que nos olvidamos de los peligros que esta maravillosa sensación puede acarrearnos. Así que, como todos los años, debo recordar que una elevada dosis de radiación ultravioleta sin la protección adecuada resulta nociva para nuestro organismo.

Afortunadamente, empezamos a ser conscientes de sus efectos sobre la piel y, aunque aún queda un porcentaje de personas que no usan cremas y no leen sus prospectos ni etiquetas, entendemos la necesidad de protección: sombreros para la cabeza, cremas solares adaptadas a nuestro fototipo, gafas para la protección ocular, etc...

Debes conocer tu fototipo y el de quienes dependen de ti (como tus hijos), incluso para pasear simplemente de manera segura. Aunque existen varias clasificaciones científicas, una de las más sencillas señala cuatro:

Fototipo 1: propio de personas con piel muy clara, ojos azules, pecas y pelo rubio-rojizo. Suelen sufrir eritema (granitos de color rojo muy picantes por toda la superficie corporal sometida a los rayos solares) y siempre se queman.

Fototipo 2: en personas de piel clara, ojos azules o verdes, pecas claras y pelo rubio o castaño claro. A veces sufren eritema, se broncean moderadamente y suelen quemarse.

Fototipo 3: el que poseen las personas de piel normal, ojos marrones, pecas muy escasas y pelo castaño o negro. No suelen sufrir eritema, su bronceado es medio y a veces se queman.

Fototipo 4: es propio de personas de piel morena, ojos marrones o negros, sin pecas y de pelo oscuro. No sufren eritema, su bronceado es completo y raramente se queman.

Aunque cada fototipo precisa cuidados diferentes, todos debemos seguir una serie de recomendaciones sanitarias que incluyen:

-Proteger las zonas más sensibles del cuerpo, así como las manchas, lunares o cicatrices, que se verán más afectadas por la radiación solar.

-No tomar el sol entre las 12 y las 16 horas.

-Preparar la piel previamente eliminando la capa de células externa -que se descama rápidamente- por medio de un buen peeling corporal. Acude a un profesional.

-Evitar las superficies reflectantes.

-Proteger a los niños y evitar que los bebés se expongan al sol (es una de las recomendaciones de la Academia Española de Dermatología y Venerología).

-Aumentar el consumo de alimentos ricos en beta-carotenos como las zanahorias, el tomate o las frutas con colores vivos, que potencian el bronceado y reducen los daños provocados por los radicales libres.

-Hidratar el cuerpo bebiendo agua o zumos; es imprescindible hacerlo aunque no se sienta sed.

-Eliminar todo tipo de cosméticos (maquillaje, lápiz de labios, colonias, etc...) antes de la exposición al sol. Olvídate de ir maquillada a la playa pero no de proteger la delicada piel de los labios con una barra protectora.

-Utilizar gafas, sombreros o camisetas como mecanismo de protección. Ponte bajo la sombrilla si notas "mucho calor".

-Cuidar el pelo, sobre todo el tratado (mechas, tintes, etc...) tapándolo con un pañuelo y aplicando productos específicos protectores.

-Consultar al farmacéutico o al médico la compatibilidad con la toma de ciertos medicamentos fotosensibles (como los antibióticos) para evitar reacciones alérgicas.

-Utilizar el fotoprotector completo y adecuado a tu tipo de piel. Aplícalo sobre la piel limpia, media hora antes de la exposición y renuévalo cada dos horas (o antes si la eliminas al bañarte o secarte). La elección puedes dejarla en manos de tu farmacéutico, que sabrá orientarte adecuadamente. Y no lo guardes solo para ir a la playa; úsalo siempre.

-Aplicar cremas hidratantes para después del sol (after sun), nutritivas para compensar las pérdidas de vitaminas y minerales y otras específicas para evitar los radicales libres. Recomendable hacerlo tras la ducha con agua templada y eliminación completa de los restos de crema protectora que queden en tu piel.

Consulta al médico o al farmacéutico cualquier duda que se te plantee y sigue sus consejos para lograr un bronceado adecuado evitando futuros problemas en tu piel o un envejecimiento precoz por el exceso de radiación. No pienses que por no usar protección te vas a poner más moreno?.simplemente te quemarás!!!!