La unidad de Oncología Médica del Complexo Hospitalario Universitario de Santiago (CHUS) posee un laboratorio en el que se investiga con células madre. El jefe del servicio, el doctor Rafael López, destaca el valor del hallazgo japonés también en la lucha contra el cáncer. "El desarrollo de este órgano hepático funcional es un paso muy importante en la medicina regenerativa y puede cambiar el panorama actual de trasplantes, pero también nos puede permitir avanzar mucho en el conocimiento del cáncer", asegura el doctor López.

El oncólogo recuerda además que los hígados de los que se dispone en la actualidad se dedican a enfermedades no malignas, excepto alguna excepción, "los enfermos de cáncer diseminado son excluidos como posibles receptores ya que las donaciones escasean, pero serían incluidos cada vez más si no existiera esa limitación y el sistema sanitario contara con todos los órganos que necesitase", apunta.

El especialista explica que el hígado está afectado por dos grandes tumores: el hepatocarcinoma y los tumores de las vías biliares y que desarrollan muchas metástasis. "Los estudios con células madre se dirigen por una parte hacia la sustitución del hígado en su conjunto y por otra a identificar las moléculas y los compuestos que cada vez son más efectivos para tratar estos tumores".

Rafael López destaca la "gran capacidad de regeneración" que posee el hígado. "Se puede quitar a un donante vivo hasta un 70% del volumen del órgano y se consigue regenerar". Esta capacidad de la célula del hepatocito es la que cree que ha podido llevar a los científicos a conseguir primero este órgano en laboratorio, "aunque se está ensayando también con otros órganos como el corazón, la vejiga o el riñón; la ciencia es imparable y estoy seguro de que seguiremos avanzando en este camino", opina.

El oncólogo del CHUS cree que el próximo paso será conseguir un corazón a partir de células iPS, aunque admite que es un proceso muy complicado porque las funciones de este órgano son especialmente complejas. "Sería otro enorme avance porque hay mucha necesidad de donaciones de corazón y, además, los trasplantes ofrecen muy buenos resultados", concluye.

Segundo Pardo fue trasplantado de hígado hace 18 años. Su enfermedad hepática está relacionada con el virus C de la hepatitis y, desde que se lo descubrieron, le aseguraron que en cuatro años tendrían que someterle a un trasplante. "Los tratamientos solo conseguían que el virus no avanzase más, pero llegué a sufrir cuatro comas hepáticos y el trasplante era ya mi única posibilidad", recuerda. En su caso, de urgencia, el órgano solo tardó un mes en llegar. "Otros no tienen tanta suerte como yo, por lo que estas investigaciones para conseguir órganos en laboratorio me parecen muy importantes", apunta Pardo, que preside la Asociación de Trasplantados Hepáticos de Galicia.

Pardo recuerda que "estos avances ya han anunciado que tardarán bastantes años en llegar a los hospitales, pero mientras, los enfermos tienen que ser positivos porque la supervivencia cada vez es mayor".