No hay mucha actividad 3D en televisión, quizá porque aún no se ha entrado en la mecánica de venta-tipo. Es decir no se ha llegado a convertir en un electrodoméstico más del hogar, como lo es el televisor clásico o el frigorífico. Las cadenas empiezan a tirar la toalla, al menos de momento, hasta que la técnica, quizá la venta de reproductores, aumente o se consolide definitivamente. El caso es que alguna cadena aparca este asunto y otras están de expectativa. Desde luego hubo algunas que han elaborado productos 3D y no les ha servido de mucho, entre otras cosas porque no hay mercado, ¿ni gafas suficientes?, para enfrentarse a este nuevo tipo de contenidos desde el sofá de casa. Lo cierto es que, una vez más, se debate la tecnología 3D como concepto; y eso que en el cine ha tenido algunos resultados espectaculares.

Ahí está Avatar, varias películas de animación (Toy Story, UP) y unas cuantas de acción. En 2009 se estrenó el filme de James Cameron y ahí se despejó un camino que había empezado no mucho antes pero al que le faltaba el último arreón.

En las televisiones, como adelantaba días atrás un diario madrileño, la cosa no es que se haya atascado en la parte creativa, es que no ha arrancado el sistema en sí. Es decir, hay mucho programa de estilo reality, como el Mira quién baila inglés o el Gran Hermano en Brasil, alguna retransmisión deportiva (Sky dio partidos del Mundial o la final de 2011 de Wimblendon en la BBC). O sea, el televisor "aparato" no acaba de entrar en los hogares. La tecnología 3D para unos es cuestión de facturación; para otros es cuestión de talento.

El productor Juan Gona dispara sus razones lo mismo para cine que para televisión: "el futuro está en el talento, en la creatividad. Da lo mismo que se haga en 3D u otro formato; el talento siempre va a funcionar. De repente mucho Avatar, pero ahí está Slumdog Millionaire, que nada tiene que ver y compite perfectamente. El futuro está en el talento, insisto. El 3D es gran promoción y espectáculo".

Si bien antes del 3D, ya se criticaba el avance-espectáculo de Spielberg con Tiburón o La Guerra las galaxias de Lucas. "Spilberg y su Tiburón fueron rechazados por el estudio, no creían en ello. Pero con Spielberg funcionó el talento y la fortuna", precisa.

No cree Gona que se discuta el avance, cree en los gustos y en lo creativo. Y se refiere a cuando empezaron a llegar la primeras películas-espectáculo, como la citada Guerra de las Galaxias. "No la vimos bien. Por mucha tecnología la rentabilidad no es segura, el retorno está en el talento y eso pasó con muchas películas que rechazaron y luego se encumbraron", señala el productor.