Los tratamientos de reproducción asistida (inseminación artificial, fecundación in vitro?) podrían quedar vetados a parejas de lesbianas y a mujeres solas en la sanidad pública, según se recoge en la propuesta que el Gobierno presentará el próximo martes a las comunidades autónomas, en el Consejo Interterritorial de Salud. La cartera común básica de servicios que está definiendo el Ministerio de Sanidad los reserva solo para "parejas integradas por un hombre y una mujer" y siempre que haya problemas de fertilidad. Establece, también, otros criterios, como que la mujer no puede ser mayor de 40 años -para inseminación artificial con semen de la pareja, de 38- y el hombre de 50; y no pueden tener en común ningún hijo sano. Además, si algún miembro de la pareja se esterilizó voluntariamente o tiene problemas para cumplir el tratamiento por razones de salud o debido a su entorno social, serán excluidos.

Desde el departamento que dirige Ana Mato aseguran que detrás de esta acotación no hay motivos ideológicos y que la medida se toma para "priorizar". Las reacciones no se han hecho esperar. El secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, aseguró ayer que esta propuesta no tiene justificación por la crisis económica y debe su origen a razones puramente ideológicas. "¿Es realmente tan caro?", se preguntó Rubalcaba.

La noticia ha sido recibida con decepción en Galicia. El ginecólogo Domingo Vázquez batalló personalmente hace varios años por que se incluyera a las mujeres lesbianas y solas en estos tratamientos en Galicia. "La mayoría acudían antes a clínicas privadas, pero con la crisis económica aumentó la demanda en la sanidad pública", apunta el doctor Vázquez, quien no cree que el argumento sea solo, como el Gobierno manifiesta, que no se trata de una enfermedad. "Creo que en este caso se trata de un tema ideológico", señala.

En Galicia, actualmente las mujeres solas o lesbianas suponen un 18% del total de pacientes que atienden las unidades de reproducción asistida públicas, mientras que en comunidades como Andalucía o País Vasco rondan el 20%. "En otras autonomías ni siquiera está definido: la cartera de servicios debe ser la misma en toda España y la normativa debe de ser clara y no lo es", destaca Vázquez.

El ginecólogo gallego asegura que, en estos años, ha comprobado que "lejos de lo que muchos pueden pensar de que el deseo de ser madres de estas mujeres sea un simple capricho, en la mayoría de los casos me encuentro con que es una decisión mucho más reflexionada que en los casos de parejas heterosexuales y eso es lo que cuenta". La única parte de la propuesta con la que sí coincide este experto es en la de excluir a parejas que ya tienen un hijo sano.

Por el contrario, Derecho a Vivir y el Foro de la Familia aplauden que Sanidad vaya a dejar de financiar estas técnicas a mujeres solteras y parejas formadas por dos mujeres. El presidente del Foro de la Familia, Benigno Blanco, apuntó ayer que, "las técnicas de reproducción asistida en general no deberían ser financiadas por la administración pública porque no estamos curando una enfermedad, sino en todo caso resolviendo un problema con unas técnicas éticamente discutibles, pero en todo caso, si se financian, debe circunscribirse al supuesto de infertilidad dentro del matrimonio". La portavoz de Derecho a Vivir, Gádor Joya, indicó que la medida les parece "bien" porque un niño "tiene derecho a filiación paterna y materna".