Cuando uno ve el nombre de Dean Parisot al mando de una película, no puede evitar la alegría por el reencuentro. El cineasta norteamericano ha dirigido cosas tan estupendas como Héroes fuera de órbita, capítulos clave en Larry David o The good wife, o Dick y Jane, ladrones de risa a lo largo de una carrera subterránea, trabajada y, cómo no, incomprendida. Después del trabajo de Robert Schwentke en la primera entrega de Red, se confirma el paso de un director de suspense a uno de comedia. Y este tránsito se agradece una barbaridad.

Vuelven los héroes viejos. Regresa Bruce Willis, su compañero LSDtomizado John Malkovich y Mary Louise Parker y Helen Mirren y... en una nueva aventura con conspiración de fondo. Aquí, eso sí, ha dejado de importar la resolución del entramado del thriller (un viaje constante alrededor del mundo) y la trama se centra en convertir la saga en una comedia de acción. Se agradece muchísimo disponer de un reparto que maneje el humor: aparte de los ya nombrados (y habituales) Willis, Malkovich o Parker, aquí tenemos a Catherine Zeta-Jones, a Brian Cox y a un Anthony Hopkins que funciona hasta en papeles alimenticios. ¿Qué se necesita para construir una buena comedia? Gags visuales, lingüisticos, un cierto frenesí... Esto, que podría describir a grandes cumbres del género como El guateque o Aquellas juergas universitarias, se aplica a Red 2 gracias (sospechamos) al buen hacer de Parisot.

Se podría acusar a la película de deslavazarse en su última parte pero ya nos hemos llevado tanto de ella (de forma inesperada, ¿quién se lo iba a imaginar?) que se le perdona todo. Frente a ese mandamiento de Bruce Willis ("toma el dinero y corre") que le ha desahuciado de Los mercenarios 3, el actor norteamericano parece que aquí ha escogido (y seguramente cobrado) bien. No se nos puede olvidar que este es un señor que, aparte de las películas de acción, posee una vis cómica increíble.

Además de Red 2 (indispensable), revisen su filmografía humorística y vuélvanse locos con Luz de luna, La muerte os sienta tan bien, Vaya par de polis, Falsas apariencias, El desayuno de los campeones y esa obra maestra ¿olvidada? que se titula Cita a ciegas.