Poco después de la muerte clínica -cuando el corazón deja de latir y la sangre ya no fluye al cerebro-, las ratas mantienen una actividad cerebral en parámetros similares a los de la percepción consciente. Este es el descubrimiento de un estudio de la Universidad de Michigan con que el se valida aparentemente las "experiencias cercanas a la muerte" que narran algunos supervivientes a un fallo cardíaco, según informaba ayer Proceedings of the National Academy of Sciences.

Durante años, los científicos han debatido vigorosamente si el cerebro agonizante es capaz de generar actividad de conciencia y cómo lo hace. "Este estudio, llevado a cabo en animales, es el primero que enfoca qué ocurre en el estado neurofisiológico del cerebro agonizante", indicó la autora autor principal del estudio Jimo Borjigin, profesora asociada de fisiología molecular e integrativa. "Esta investigación formará los cimientos de futuros estudios con humanos que investiguen las experiencias mentales que ocurren en el cerebro cuando está muriendo, incluida la visión de luz durante el arresto cardiaco", añadió.

Aproximadamente el 20% de los supervivientes de un arresto cardiaco dan cuenta de haber tenido una experiencia cercana a la muerte durante la muerte clínica. Estas visiones y percepciones se han descrito como "más reales que la realidad", según otros estudios previos, pero todavía no se ha determinado si el cerebro es capaz de tal actividad después de un paro cardiaco.

Los investigadores analizaron los registros de actividad cerebral llamados electroencefalogramas de nueve ratas anestesiadas que transcurrían un paro cardiaco inducido experimentalmente. Dentro de los primeros 30 segundos después del arresto cardiaco todas las ratas exhibían un incremento generalizado y transitorio de actividad altamente sincronizada que tenía todas las características asociadas con un cerebro muy excitado.

Además los autores observaron patrones casi idénticos en los cerebros agonizantes de ratas que estaban siendo asfixiadas. "Los datos confirmaron nuestro pronóstico de que encontraríamos algunas señales de actividad consciente en el cerebro durante el paro cardiaco", escribió Borjigin. "Pero nos sorprendieron los elevados niveles de actividad", añadió otro autor del estudio George Mashour. "En la cercanía de la muerte muchas señales eléctricas conocidas de la consciencia excedieron los niveles encontrados en el estado de vigilia, lo cual indica que el cerebro es capaz de una actividad eléctrica bien organizada durante la etapa inicial de la muerte", añadió. "Este estudio revela que la reducción de oxígeno o glucosa durante el arresto cardiaco puede estimular una actividad cerebral que es característica del procesamiento consciente", dijo.