Por primera vez, un corazón de ratón fue capaz de contraerse y volver a latir después de ser despojado de sus propias células y reemplazarlas por células precursoras del corazón humano, según informan desde la Escuela de Medicina de la Universidad de Pittsburgh. Los resultados, publicados en Nature Communications, muestran la regeneración de un órgano funcional mediante la colocación de células madre.