-En sus desfiles, siempre guarda una sorpresa para el público. ¿En esta ocasión también?

-Sí, pero no puedo adelantar nada ya que no sería una sorpresa. En ciertos momentos, me he permitido el lujo de poner en escena en los desfiles propuestas teatrales. Ahora mismo hay que reconocer que hay que llevar el pragmatismo al máximo, emocionando y seduciendo desde la pasarela al escaparate y la exposición en la tienda.

-Cuando finaliza una colección, ¿siente alivio, satisfacción?

-Cada colección tiene que ser mejor que la anterior. Cuando las acabamos estamos contentos, pero satisfechos, jamás. No pensamos a dos años vista, pensamos cómo superar la colección anterior.

-¿Le da miedo romper demasiado entre una y otra?

-Cada temporada, no puedes ofrecer lo que creas que sea más original. Lo difícil es mejorar siendo fiel a tu estilo y considerando las tendencias internacionales. Lograr que eso mejore me da satisfacción.

-Su página web está siendo un éxito, hay piezas que se agotan antes de las rebajas.

-En octubre, cumplimos nuestro primer año. La hemos puesto en marcha como una prueba. Agotar prendas puede verse como un éxito pero desde el punto de vista comercial, no, porque teníamos que tener previsto que íbamos a vender más. Si creyéramos más en nosotros, podríamos haber vendido más. Pero estamos contentos con el desarrollo de la página web; nos ayuda a crecer de forma internacional. Es donde más recorrido tenemos y expectativas de crecimiento. En este primer año, cometimos errores que estamos corrigiendo.

-Este verano ha lanzado un nuevo perfume, Pure Woman. ¿Qué supone para la marca?

-Es nuestra última joyita y está implantado tanto nacional como internacionalmente. La temporada anterior habíamos lanzado Pure Man que ha funcionado bien a pesar de que es más difícil lograr el éxito con un perfume masculino. Lanzar ahora el Pure Woman nos permite entrar en mercados de 120 países.

-¿Realmente cree que el país está a punto de salir de la crisis?

-Hay signos aparentes de mejora pero la situación es complicada. Los consumidores están muy afectados; por eso, hemos reducido precios pero mejorando calidades. Ha supuesto un esfuerzo. Lo que quiero es vestir a una inmensa minoría. No pretendo pensar en todo el mundo. Nunca hemos trabajado tanto pero tenemos suerte porque hay gente que querría hacerlo pero no puede. Por otra parte, nos lamentamos de lo que sucede pero no nos damos cuenta de que los valores están en nosotros. Estamos en una dinámica en la que lo único que importa es el dinero; es un error, no puede ser el único objetivo. La búsqueda de la excelencia es lo que nos debemos exigir.

-Su colección lleva el título de Carmen. ¿Carácter andaluz?

- No, me he basado en algo racial, étnico, en figuras de las que nos sentimos orgullosos. Mi inspiración es la mujer latina, capaz de ilusionar con su preocupación por sentirse guapa y de demostrar elegancia, sensualidad. Es esa mujer que quiere que la admiren, de belleza felina que no pasa desapercibida para nadie.

-¿Debemos pensar en algún icono real?

-Como estoy realizando un importante trabajo en México, he utilizado -entre otras- la figura de María Félix, una mujer bellísima, con muchísima sensualidad. Es un icono que ya no está pero que sigue vivo. No se conformaba con la mediocridad a través de su talento y profesionalidad.

-¿Cuál es la prenda clave de esta colección?

-El trench, para mí, es una prenda fetiche. Es un comodín que sirve para todo el año y que resuelve para alguien que viaja mucho, que tiene que cambiar de continente. No debería faltar en ningún armario.