Tras el tabaco y la hipertensión arterial, el exceso de peso es el tercer factor de riesgo para todas las causas de muerte y discapacidad y además contribuye al desarrollo de otras enfermedades crónicas. El 44% de los casos mundiales de diabetes, el 23% de los cardiopatía isquémica y entre el 7 y el 41% de ciertos cánceres son atribuibles al sobrepeso y a la obesidad. Esos son los datos en los que se basó la Consellería de Sanidade para poner en marcha el Plan Xermola, cuyo objetivo es prevenir la obesidad infantil en Galicia. Cada día los pediatras atienden más consultas vinculadas con esta patología.

Pero, para atajar un problema que ha ido en aumento a lo largo de las últimas décadas, como refleja el estudio Galinut, que se desarrolla en Galicia desde 1979, hay que conocerlo en profundidad. Aunque Sanidade tiene datos que la hacen estimar que entre el 25 y el 30% de los niños tiene sobrepeso y que entre el 12 y el 16% padece obesidad, a raíz de los datos facilitados por las consultas de los hospitales, va a afinar las cifras sobre el terreno con un estudio específico.

Para ello, acaba de adjudicar a una empresa, Ideara SL, por 32.600 euros, la tarea de recopilar durante tres meses -a partir de septiembre, en principio- datos de escolares de entre 6 y 16 años en 138 centros educativos de la comunidad, lo que supondrá averiguar la talla, el peso y el perímetro de cintura y de cadera de en torno a 7.000 escolares. El objetivo es "conocer la prevalencia de sobrepeso y obesidad" de estos niños y adolescentes durante el curso 2013-2014.

La muestra debe incluir alumnos de 1º a 6º de Educación Primaria y de 1º a 4º de Secundaria, pero la Xunta establece criterios a la hora de establecer el número de aulas que se analizan por centro. Así, en los que imparten solo Primaria, se estudiarán los estudiantes -siempre al menos el 85% del total; si no, hay que escoger otra clase- de tres aulas; en los de Secundaria, de dos, y en aquellos que imparten ambos ciclos formativos, cinco aulas, tres de Primaria y dos de Secundaria.

Además, el estudio pretende tener una visión completa de lo que ocurre en general en la comunidad, tanto en concellos del ámbito urbano como del rural. Inicialmente, la Xunta licitaba el contrato para estudiar las aulas de 114 centros (39 en las áreas con más de 500 habitantes por kilómetro cuadrado; 43 en las que se superaban los 100, y 32 en las menos pobladas), pero finalmente la muestra será de 138.

Será la Dirección Xeral de Innovación e Saúde Pública -que presentó en su día las líneas estratégicas del Plan Xermola- la que solicite a los colegios participar en el estudio. Después, será la empresa adjudicataria la que negocie con ellos el calendario y el procedimiento para desarrollar la investigación. A cargo del centro correrá la responsabilidad de habilitar una zona donde la toma de datos pueda realizarse de forma individualizada y de modo que "se preserve en todo momento la intimidad" de los escolares.

El formato de la carta de información a los padres -se asumirá que no ponen pegas a que el niño participe en el estudio a no ser que indiquen lo contrario-, la ficha de recogida de datos y tallímetros, básculas y medidores de pliegues -para calcular la grasa bajo la piel- se los facilitará el Gobierno gallego, aunque la adjudicataria deberá asegurarse de que los instrumentos de medida están "debidamente calibrados" para asegurar la "exactitud y la validez" de los datos obtenidos y la Xunta indica cómo deben medirse los niños ("preferiblemente sin calcetines") o pesarse ("vistiendo con ropa ligera").

El objetivo último del Plan Xermola es frenar el problema de la obesidad y el sobrepeso en los jóvenes y mejorar el patrón alimentario y de actividad física. El Xermola busca, explica Sanidade, conocer la prevalencia de la obesidad en la población escolar, analizar su patrón alimentario para mejorarlo y obtener un protocolo de actuación para actuar de la forma más eficaz contra el que aseguran que es el trastorno nutricional y metabólico más frecuente en la infancia y "constituye uno de los problemas de salud pública más graves del siglo XXI".