"La ciencia responsabiliza al hombre del cambio climático con una certeza del 95%. Todos los cambios indican de forma robusta y consistente que la evolución del sistema es la respuesta al aumento de gases de efecto invernadero. Se ha podido atribuir con mayor grado de certeza que nunca que más de la mitad del calentamiento desde 1950 es debido a las actividades humanas". De este modo lo afirma el gallego Jesús Fidel González Rouco, uno de los 250 científicos firmantes del informe del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) de la ONU, que se presenta hoy en Estocolmo.

Es desde la Revolución Industrial, a mitad del siglo XX, "cuando el hombre empieza a tener un impacto desde el punto de vista que estamos analizando hoy, relacionado con las emisiones de gases de efecto invernadero", indica el científico lucense. Con esta evaluación de más de mil folios se consigue analizar el conocimiento científico hasta la fecha y constatar evidencias de que la influencia humana es la que más contribuye a estos cambios en el sistema climático.

Este investigador de Burela trabaja en el Instituto de Geociencias del CSIC y la Universidad Complutense de Madrid, donde también imparte clases en la facultad de Físicas. El informe del IPCC es una actualización del de 2007. Se pretende que sea un documento al que acudir para conocer en qué situación se encuentra la evolución del sistema climático. "Es importante que la sociedad, las instituciones y los políticos dispongan de información objetiva. No se trata de proporcionar opiniones, sino de que tengan acceso al estado del conocimiento científico. Si no se reducen las emisiones, está clara la dirección de los cambios que van a ocurrir. La responsabilidad de los políticos es evidentemente tomar decisiones al respecto", apunta el firmante.

Se pueden realizar estimaciones de cuánto se calentará el planeta si no se actúa: "Para el escenario más benigno, si se tomaran medidas importantes de mitigación para reducir las emisiones, el cambio previsible hoy en día está entre 0,3 a 1,7 grados a finales del siglo XXI respecto al periodo 1986-2005. En el escenario más extremo el rango es de 2,6 a 4,8 grados de aumento", explica Rouco, quien añade que "aunque se parasen las emisiones -algo irreal desde un punto de vista práctico-, el sistema seguiría calentándose durante décadas por todo lo que se ha emitido en el pasado". Lo cual no resta importancia a las acciones que todavía se pueden poner en práctica.

"El sistema climático no es una realidad estable, es cambiante, y funciona también con retardo a los cambios que realizas", señala. Como resultaría imposible poner fin en las emisiones de gases invernadero, porque "no es creíble que ahora vayamos a parar el motor de la sociedad tal y como está pensada, no parece ni previsible", lo que llevan a cabo los expertos son estimaciones en base a diferentes escenarios supuestos. "No es una predicción como con los modelos meteorológicos", puntualiza Rouco.

El informe, cuyo avance se presentó la semana pasada, asegura que las tres últimas décadas fueron las más cálidas de los 1.400 últimos años y que cada vez hay menos días fríos.