El Papa indició a yer que la Iglesia, que es santa, no rechaza a los pecadores, entre los que hay hombres y mujeres, así como también cardenales y pontífices. "Cristo amó a la Iglesia y dio su vida por ella, para hacerla santa", explicó el Pontífice ante los miles de fieles que acudieron a la audiencia de los miércoles. El Papa se refirió a los interrogantes que surgen cuando se piensa en las "dificultades y momentos oscuros" que ha atravesado la Iglesia.