La madre coruñesa que denunció el pasado mes de septiembre a su expareja por llevarse sin consentimiento a sus dos hijas a Reino Unido declaró ayer ante el juzgado de violencia de género de Betanzos, cuya magistrada ha observado indicios de un delito de violencia de género contra la madre de las menores, pero no considera probado el delito por haber trasladado sin consentimiento materno a las niñas a Inglaterra.

En su comparecencia de ayer, la madre de las menores acreditó con un informe psicológico los malos tratos recibidos durante años por parte de su expareja.

La jueza, según relató ayer el abogado de la madre, José Manuel Segura, apreció indicios de un delito de violencia de género que continuará instruyendo. Sin embargo, no atendió la petición de orden de búsqueda y captura contra el padre de las menores. "No se está aplicando la ley de violencia de género", lamentó Segura, quien explicó que el caso queda ahora en un "punto muerto" a la espera de la buena voluntad del padre a comparecer en el juzgado.

La normativa integral contra los casos de violencia de género señala que el menor debe ser protegido pero no existe una regulación clara sobre la atribución de la custodia provisional en un caso como éste. La madre debe acudir ahora a la vía civil e interponer una demanda de guardia y custodia de los menores, un proceso que podría prolongarse hasta dos años, según alertó ayer el abogado de la madre de las pequeñas y Ve-la Luz.