Un nuevo error humano en la central de Fukushima, el cuarto en apenas una semana, provocó ayer una masiva fuga de agua con altos índices radiactivos que afectó a seis trabajadores, en medio de las críticas por la gestión de la crisis nuclear. Según la operadora de la central, Tokyo Electric Power (Tepco), el incidente se produjo cuando un operario se equivocó al cambiar una de las tuberías del sistema utilizado para desalinizar y depurar las partículas radiactivas del agua que se acumula en la planta.

Al retirar la tubería, se derramaron siete toneladas de este líquido que, en la última de las mediciones realizadas en agosto, registró 37 millones de becquereles por litro de sustancias que emiten rayos beta, que afectan sobre todo con el contacto y la ingesta, y cuyo límite legal es de 30 becquereles por litro.

En el momento de la fuga, once trabajadores se encontraban alrededor de la tubería accidentada, seis de los cuales entraron en contacto con el agua radiactiva. "Se trato de un error a la hora de cambiar la tubería", detalló la empresa, mientras adelantó que el agua contaminada no toco la cara de ninguno de los seis operarios afectados, con lo que consideran que no hay "posibilidad de que se haya introducido en su cuerpo", algo que agravaría la situación. La avería no causó que el agua se filtrara al exterior.