El diccionario es una herramienta de trabajo indispensable en el día a día de los magistrados para poder interpretar y aplicar las normas. Y en esta labor de indagación a través de manuales lexicográficos y de gramática llegan incluso a mejorar algunas de sus definiciones. La catedrática de Lengua María do Carmo Henríquez y tres jueces gallegos han rastreado las sentencias emitidas por el Supremo de 2011 y 2012 que en sus fundamentos de derecho, la parte más relevante, hacen referencia al Diccionario de la Real Academia Española (DRAE), la fuente principal a la hora de "razonar o motivar" un fallo.

"La interpretación es una de las obligaciones y principios del derecho y, para ello, los jueces se apoyan en el diccionario y la sintaxis. El primer significado a tener en cuenta es el mismo que aparece en la lengua general y el referente a utilizar es el DRAE", destaca Henríquez sobre la condición de auctoritas de esta obra.

Una de las interpretaciones más destacadas que recoge el estudio pertenece a la Sala Segunda de lo Penal. El magistrado Juan Ramón Berdugo y Gómez de la Torre construye una definición jurídica de pornografía "infinitamente mejor" que la del diccionario de la RAE tras constatar que ésta no resulta muy satisfactoria para diferenciarla de erotismo. Esta distinción, señala en su fallo, es "un problema complejo por cuanto depende de múltiples factores de tipo cultural, carencia de tipo moral y pautas de comportamiento". Berdugo acaba por elaborar su propia definición y recuerda que las normas, tal y como impone el Código Civil, deben ser interpretadas de acuerdo con la realidad social de cada momento.

Henríquez califica de "magníficas" otras interpretaciones de esta sala como las que afectan a los términos resolver y resolución. Y en lo Social, el estudio recoge términos que son muy utilizados en la actualidad como sucede con preacuerdo, o que podrían ser agregadas en el futuro al DRAE, en el caso de "despido disciplinario". Otros vocablos como finiquito se remontan varios siglos en el tiempo. Su primera inclusión, en el Diccionario de Autoridades, data del XVIII e incluso procede de leyes anteriores. "Si dentro de unos años tuviese lugar una reforma laboral, el significado de finiquito podría tener otras connotaciones", indica Henríquez.