El camión contará "con equipamiento técnico-sanitario: desde radiología portátil, hasta ecógrafo o plataformas móviles para análisis bioquímicos". Sería posible en fases posteriores, si la experiencia inicial es óptima, según las previsiones del departamento sanitario, realizar la actividad asistencial ambulatoria diagnóstico-terapéutica que incluya la realización de al menos "retinografías, ecografías, espirometrías, cirugía menor con electrobisturí, crioterapia con nitrógeno líquido, diagnóstico de lesiones cutáneas mediante dermatoscopio, medición de presión intraocular mediante tonometría y citologías". En el proyecto inicial también se considera la realización de "otros métodos diagnóstico-terapéuticos como audiometrías o electroencefalogramas, entre otros".

Según el Sergas, una de las alternativas que aporta este proyecto es "la continuidad asistencial". Quiere decir que a través de transporte equipado que se pueda mover puntualmente a lugares con necesidades de atención "se podría ampliar la oferta de la prestación asistencial a las demandas de la población, por ejemplo, en consultorios que no funcionan más que un mínimo de horas".

Avances previos en tecnología, como la historia clínica electrónica, la tele-radiología, la central de llamadas o la e-receta, "son fundamentales para poder llevar a cabo algo así porque de ello depende el funcionamiento de una plataforma móvil, teniendo acceso a toda la información necesaria para la atención al paciente", cuenta una de las compañías que ha participado en el concurso inicial de ideas. Las dos principales funciones del consultorio ambulante serían, por una parte, "la actividad asistencial ambulatoria, con realización de procedimientos terapéuticos y diagnósticos; y la actividad como centro de urgencias", para reforzar emergencias que superen las expectativas.