A finales de los años 40 del pasado siglo, representantes de la marca Philips viajaban a Santiago, no de peregrinaje, sino con el fin de hacerse con una patente de dos hermanos gallegos: Juan y José Portela Seijo. Estos habían creado en 1939 un magnetófono que grababa el sonido en un hilo de acero (la cinta magnética que se popularizó en los ochenta se descubriría mucho después) que era más resistente a la oxidación que otros magnetófonos extranjeros de la época. Juan y José -ya fallecidos- se negaron a vender el registro y comercializaron esta máquina así como otros inventos. Hijos de los creadores estiman que se debieron vender unas 20 unidades. Hoy en día, de momento, solo se tiene constancia de que se conserve una.

De este modo se lo han contado los herederos de los Portela Seijo al director de cine Xes Chapela y al ingeniero audiovisual Toño Cabanelas. Ambos, hoy en la Fundación Granell, de Santiago, pondrán a trabajar al pionero de los magnetófonos gallegos haciendo sonar grabaciones de hace más de 70 años como homenaje a unos hombres que sentaron la base del I+D+i de Galicia.

"El magnetófono y los hilos con sonidos que se guardan con grabaciones son un tesoro. Es increíble que se pudiera grabar en hilo de acero en aquellos años", indica Toño Cabanelas. Su compañero de proyecto, Xes Chapela, va más allá y recalca que las grabaciones del magnetófono gallego forman ya parte del patrimonio sonoro de Galicia al ofrecer desde discursos de la época hasta los sonidos de campanas de Compostela. Parte de ellos se podrán oír hoy en el Pazo de Bendaña (sede de la Fundación Granell) en una intervención sonora de estos investigadores que será grabada por dos cámaras. El acto, abierto al público, contará además con la presencia de los hijos de los inventores que compartirán su historia.

La intervención se inserta en el proyecto Exploradores con el que Chapela y Cabanelas buscan combinar arte sonoro, divulgación e historia con una mezcla de la herencia y la modernidad. Esta dualidad se vivirá hoy en Santiago ya que el magnetófono de 1939 trabajará junto a micrófonos, un portátil y varios utensilios (gadgets) electroacústicos de este momento.