Más de 10.500 profesores viven pendientes de las listas de sustituciones y de que la Consellería de Educación les llame para impartir clases, aunque sea solo por unos días, en el sistema público. Son docentes que no tienen plaza en propiedad y cuya única salida son los centros privados o, a falta de oposiciones, entrar como sustitutos en un colegio público cuando se produzca una baja. En todo caso, son casi dos mil menos que los que había en junio, quizás porque carecen de expectativas de que alguna vez sean llamados o porque se ha producido un pico en las bajas de los profesores con plaza y muchos de ellos están ahora mismo cubriendo vacantes de forma temporal.

La mayor demanda corresponde al colectivo de docentes de secundaria. En las listas de sustituciones figuran inscritos 5.062 personas, casi la mitad del cuerpo de profesores que ahora mismo está impartiendo clases. Tres especialidades destacan sobre el resto en cuanto al número de apuntados. Organización y proyectos de sistemas energéticos, con 581 inscritos; Química, con 414, y Geografía e Historia, con 406.

La lista también es larga, pero no tanto, para maestro. Hay apuntados en los registros de la Consellería de Educación 3.100 docentes, de los que más de un tercio, 1.200, son de primaria y 779 de infantil. En Formación Profesional hay casi tantos profesores apuntados a la lista de espera como docentes tiene el cuadro de FP. El registro tiene contabilizados 1.455, mientras que los están dando clases apenas llega a los 1.900. Y otro millar de docentes corresponde a las especialidades de religión, artes plásticas, música o escuelas de idiomas.