Teólogos gallegos consultados califican de "insólita" la iniciativa del papa Francisco. "Lo que es nuevo es que una consulta sea pública y llegue hasta la base de la Iglesia", resaltan.

"La consulta eclesial debería ser algo normal en la Iglesia. Lo que toca a todos, debe de ser tratado por todos, reza una máxima. Y parece que el papa Francisco está tratando de recuperar esta iniciativa", comenta el teólogo gallego Andrés Torres Queiruga. El experto aplaude el planteamiento y también que esté colgada en la Red para "que cualquiera pueda acceder" a ella y mostrar su opinión.

"Yo desearía que la consulta fuera lo más normal y democrática posible. Una Iglesia que quiere ser plural, debe de abrirlo a la comunidad", indica Torres Queiruga. "La iniciativa es espléndida", añade.

Las respuestas a este cuestionario enviado por el Papa se analizarán en el Sínodo de obispos que se celebrará en octubre del próximo año. Se trata de una reunión "extraordinaria", algo que solo había pasado en otras dos ocasiones: en 1969, sobre la cooperación entre la Santa Sede y las conferencias episcopales a causa de la autonomía adoptada por algunas conferencias europeas y en 1985, a los veinte años del Concilio Vaticano II (con toda la problemática posconciliar).

Un sínodo extraordinario es sinónimo de urgencia y de fijación de posiciones ante una situación desbordada.