La Antártida registró una temperatura mínima récord de -93,2ºC, en agosto del 2010, según la Unión Geofísica Americana. Los expertos realizaron este hallazgo tras analizar durante 32 años temperaturas de la superficie global captadas por los satélites. El autor principal del trabajo, Ted Scamos, indicó que se trata de "un número preliminar", es decir, que es probable que "aún se agregue algún grado más bajo cero".