El papa Francisco aseguró ayer que estamos llamados a darnos cuenta de la violencia y de la injusticia presente en tantas partes del mundo, que no nos pueden "dejar indiferentes e inmóviles" porque "es necesario un compromiso de todos para construir una sociedad más justa y solidaria". Fue antes del rezo del Ángelus, en un discurso a los participantes en la Marcha de la Paz, promovida por la comunidad católica de San Egidio, con motivo de la 47 Jornada Mundial de la Paz. Un mensaje que, según dijo el Pontífice tiene como base la convicción de que todos somos hijos del único Padre del cielo, "formamos parte de la misma familia y compartimos un destino común".

En su línea práctica, el Papa argentino añadió al margen del texto: "La paz comienza en casa ¡Entre nosotros! Después se extiende a toda la humanidad? ¡pero debe comenzar en casa!". Todos tenemos que ser "constructores de paz", resaltó.