El Vaticano afirmó ayer en la ONU que no hay excusa posible a los casos de explotación y violencia contra niños, al tiempo que enfatizó que existen responsables de abusos "en todas las profesiones", incluso "entre miembros del clero y personal de la Iglesia". "Se encuentran abusadores entre los miembros de las profesiones más respetadas del mundo y, más lamentablemente, incluso entre miembros del clero y otro personal de la Iglesia", dijo monseñor Silvano Tomasi, representante de la Santa Sede ante Naciones Unidas en Ginebra.

Tomasi inició la presentación del Vaticano ante el Comité de la ONU sobre los Derechos del Niño, la primera vez que la jerarquía de la Iglesia católica participa en un escrutinio público de los abusos sexuales contra menores cometidos por sacerdotes en todo el mundo y en donde este órgano analiza si la Santa Sede cumple con la Convención de los Derechos del Niño.

El jefe de la delegación enviada por el Vaticano reconoció que la cuestión de los abusos contra niños es particularmente grave cuando se trata de personas que gozan de una gran confianza y están llamadas a proteger todos los elementos de la persona, incluida su salud física, emocional y espiritual. "Esta relación de confianza es crítica y requiere de un gran sentido de responsabilidad y respeto hacia la persona que se sirve", dijo Tomasi.

La autoridad moral de la Iglesia ha sido minada por los escándalos surgidos en los últimos años en relación a abusos sexuales perpetrados por sacerdotes en diversos países del mundo y que han intentado ser minimizados por la alta jerarquía católica. En esta ocasión, Tomasi sostuvo que frente a esa situación, el Vaticano ha "delineado políticas y procedimientos para ayudar a eliminar tales abusos y colaborar con las autoridades estatales respectivas para luchar contra este delito".

Pese a que el representante del Vaticano reconoció que hay clérigos que han cometido abusos, esquivó ofrecer información detallada sobre aspectos relacionados con este tema y negó que la Santa Sede obstaculizase la investigación de supuestos abusos por parte de religiosos. Varios miembros del comité de la ONU -compuesto por 18 expertos en derechos humanos- pidieron cifras concretas sobre los casos de los que ha tenido conocimiento el Vaticano -y cómo los trataron-, así como del número de sacerdotes juzgados por abusar de menores o por ocultar tal delito. En más de cinco horas de sesión, la única referencia a cifras la hizo Tomasi, quien señaló que para 2012 se habían documentado 612 casos de abuso sexual que involucraban a personal del clero, de los que "465 eran más serios" y "418 fueron abusos de menores".

Sin embargo, organizaciones civiles que representan a las víctimas afirman que solo en Estados Unidos se registraron desde la década de los sesenta más de 100.000 casos, sin contar que en países como Irlanda "este tipo de violencia era sistemática", comentó la jurista Pam Spees, del Centro sobre Derechos Constitucionales de Estados Unidos.

Por otra parte y sin citar los casos de pederastia expresamente, el papa Francisco exclamó ayer durante la homilía de su tradicional misa matutina en la Casa Santa Marta que los "escándalos" en los que se ven involucrados sacerdotes, obispos o laicos son "la vergüenza de la Iglesia". "¿Pero nos avergonzamos? Tantos escándalos que no quiero mencionar individualmente, pero que todos conocemos. ¡Sabemos cuáles!(...). ¿Pero nos hemos avergonzado de aquellos escándalos, de aquellas derrotas de sacerdotes, de obispos, de laicos?", se preguntó el Pontífice.