La sentencia del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) que anula el ascenso a jefe de cirugía general y aparato digestivo en el Hospital Clínico de Santiago del esposo de la conselleira de Sanidade, Rocío Mosquera, cuando esta dirigía el Servizo Galego de Saúde (Sergas), no afectará a su puesto. El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, desvinculó ayer el fallo, que percibe "desviación de poder" con intención "maliciosa" para promocionar a Manuel Bustamante al Complexo Hospitalario Universitario de Santiago en 2010. "No afecta a ningún miembro del Gobierno", sino a un familiar, matizó el presidente autonómico.

Feijóo no respondió directamente a las preguntas de si mantendría en el puesto a Mosquera o si su mantenimiento casaba con el código ético de su formación, pero dejó claro que el "contundente" fallo del TSXG debe ser cumplido por la dirección del centro hospitalario "con la máxima celeridad". La dirección del CHUS ya anunció que lo haría con la mayor brevedad. "No hay privilegios de ningún tipo y tampoco prejuicios", añadió el titular de la Xunta a preguntas de los periodistas tras la rueda de prensa tras la reunión semanal de su Gobierno.

Los hechos se remontan a 2010, cuando Mosquera dirigía el Sergas como número dos de la conselleira Pilar Farjas. Su esposo, Manuel Bustamante, optó al puesto de jefe de servicio de cirugía del CHUS en contra de otros dos candidatos, uno de los cuales denunció el proceso.

El TSXG estima que la comisión de valoración de méritos para otorgar la plaza pecó de "desviación de poder" y "eludió una motivación clara, explícita y razonada de la prueba relativa al proyecto técnico", que valoraron sin "un baremo claro". "Sencillamente estamos ante un baremo consentido, pero altamente cuestionable porque encierra tres cheques en blanco (calidad, contenido, adecuación) que abren la puerta a la arbitrariedad, lo que encarecía robustecer la motivación", señala el fallo.

El tribunal percibe una vocación de adjudicar el ascenso de forma arbitraria, pues "el estigma de apreciar una desviación de poder coloca a cada miembro de la comisión bajo la censura de haber actuado con un designio malicioso preconcebido". Por ello, exige nombrar una nueva comisión y repetir el análisis del proyecto técnico.

El titular de la Xunta esgrimió la profesionalidad y currículum de los miembros de la comisión que otorgó la plaza y negó presiones. "No creo que estas personas actuasen al mandato de alguien", sostuvo en una comparecencia en la que repitió que "no se examinaba un miembro del gobierno", como sí "ocurrió en otras épocas", sin aclarar a qué se refería.

El TSXG se declara incapaz de "aventurar las razones personales (de los miembros de la comisión) que los llevó a tal conducta para usar la potestad evaluadora para finalidades distintas al mérito y capacidad objetiva". Por ello, no puede señalar si se debió a iniciativa propia, a una "sugerencia externa o de superiores u a otra instancia".

El esposo de Rocío Mosquera obtuvo la plaza a la que también optaban los cirujanos Evaristo Varo y Miguel Caínzos, que interpuso la denuncia. Éste, además, alegó precisamente que la comisión técnica estaba integrada por cinco miembros que "deben su puesto o subsistencia de vínculo profesional a la gerente del Sergas (entonces Mosquera) o persona de su confianza". Caínzos reconoció ayer su buena relación personal con Bustamante y Mosquera en la Cadena SER, aunque tras ver "cosas llamativas" recurrió la adjudicación. Ese vínculo se enfrió desde entonces.

SdeG, AGE, BNG pidieron al unísono, desde que se hizo pública la sentencia del Superior de Galicia, la dimisión de la conselleira de Sanidade.