La policía italiana detuvo ayer a una tercera persona por el robo de la reliquia con la sangre de Juan Pablo II, quien aseguró que su intención era vender el relicario y que, al desconocer el valor de lo que contenía, decidió deshacerse del mismo. Además, este último detenido, de 18 años, afirmó no recordar el lugar en el que se deshizo de la reliquia, un pequeño trozo de tela de la sotana de Juan Pablo II que quedó manchada de sangre durante el atentado que sufrió en San Pedro en 1981.

Durante la mañana de ayer, los primeros detenidos, de 23 y 24 años, confesaron el robo del relicario y de una cruz de la iglesia de San Pietro della Ienca.