Jesús Fernández González (Selga de Ordás, León, 1955) tomó posesión ayer como obispo auxiliar de Santiago en una ceremonia litúrgica celebrada en la catedral en la que se reafirmó en la "vocación de entrega total" que ha "ido aprendiendo y asumiendo como presbítero".

"La llamada a la plenitud del sacerdocio me exige dar un paso más en la determinación de entregarme por entero al Señor y a su Iglesia, a esta Iglesia Compostelana", señaló.

Fernández asumió su encomienda en una eucaristía presidida por el arzobispo compostelano, Julián Barrio, y a la que asistieron el secretario general de la Conferencia Episcopal Española, José María Gil Tamayo, el nuncio de Su Santidad en España, Renzo Fratini, y otros 21 obispos y unos 200 sacerdotes procedentes de las diócesis de Santiago y León.

El nuevo obispo auxiliar, que comenzó su alocución en gallego, agradeció al papa Francisco que lo haya incorporado al Colegio Episcopal y pidió a los fieles gallegos que lo consideren "desde ahora mismo" el "padre" y el "hermano" que, unido al arzobispo, se dispone "a compartir y a servir lo único valioso que posee: Jesucristo". "Que la intercesión de nuestra madre la Virgen María, estrella de la evangelización, del amigo del Señor, el Apóstol Santiago, y de San Francisco de Asís me ayuden a no desfallecer", indicó.