Los doctores Carmen Blanco y Claudio Rodríguez Fer, directores de la tesis de Armando Requeixo, fueron además amigos del escritor Díaz Castro. Apasionados de su obra, muy jóvenes comenzaron a cartearse con él y trataron de conocerlo cuando vivía en Madrid pero su personalidad discreta y poco dada a los ambientes sociales hizo que fracasaran en el intento. "Hasta que no regresó a Guitiriz en los años 80, en su jubilación, no pudimos conocerlo", recuerda Claudio. Desde ese momento comenzaron una relación muy cercana. "Nunca promovió la visibilización de su obra y todo esto, unido a su perfeccionismo, ha hecho que sea un poeta poco conocido y poco estudiado, a pesar de sus méritos", señalan.