Retratar la música en vivo en España en los tiempos que corren es tarea compleja de más para resumirlo a una única noticia. Para realizar una aproximación, la Asociación de Productores Musicales (APM) ha elaborado el Anuario de la Música en Vivo que presentó ayer. Entre las principales conclusiones, algo que se esperaba: una caída generalizada de la facturación por conciertos debido al aumento sangrante del IVA al 21% y el canon de la Sociedad General de Aurores de España (SGAE). La reducción fue del 28% en la facturación bruta y del 20% en la facturación neta entre septiembre de 2012 y el mismo mes de 2013.

Por una parte, al aumentar el IVA, subieron los precios de las entradas, una circunstancia que echó para atrás al público a la hora de asistir a muchos conciertos. Como consecuencia, los promotores programan menos actuaciones, echan más mano de los artistas españoles al ser más baratos y se limitan a la hora de contratar estrellas internacionales -al no pueden pagarle el caché- por lo que estas omiten España en sus giras, una situación que ya se vivió a finales de los años 80 y principios de los 90.

En el mejor de los casos, consiguieron una única actuación cuando hace dos o tres años el mismo grupo o solista ofrecía tres en el territorio español. O sea que o se emigra a otro país para ver a los grupos foráneos que no vienen a España, o se queda uno sin verlos. Si incluso apuntando lo anterior, al lector le sigue importando un bledo el aumento del IVA, los promotores musicales apuntan otro punto de vista. Subir dicho impuesto al 21% por supuesto ha incrementado la recaudación por el IVA cultural del Gobierno español, exactamente este ha sumado 13,3 millones de euros más.

La mala noticia -como bien recoge el informe de la APM- es que muchas empresas y artistas han mermado su facturación y han tenido que echar gente a la calle con lo que la recaudación del Estado por el IRPF, el impuesto de sociedades y la Seguridad Social -en el sector cultural- ha caído más del 42%. Es decir, el Estado ha perdido más de 29 millones de euros desde la entrada en vigor de la medida. Cada vez que a alguien se le pasa por la cabeza quejarse de que la Administración no ofrece esto o aquello por falta de dinero, debería pensar en esos 29 millones perdidos.

Pero la organización de conciertos va más allá, también fomenta el turismo, ese sector tan primordial para la economía española. Solo hay que ver las cifras de Reino Unido en 2012 para darse cuenta de la oportunidad.

En ese año, atendiendo a las cifras de los promotores, dicho estado recibió 6,5 millones de turistas musicales, entendidos por estos los que asisten a un concierto. Cada uno de ellos gastó en ese país, como media, 657 libras, más de 787 euros. Aunque no hay que ir tan lejos para comprenderlo. El informe ofrece datos del Portamérica de Nigrán que tuvo en su última edición 19.000 espectadores creando 538 puestos de trabajo; pero también del SOS 4.8 Murcia, que dejó 1,1 millones de euros de gasto en hoteles.