La world wide web, conocida popularmente como web, lleva 25 años evolucionando para conectar al mundo a través de la información y ahora trabaja para aportar universalidad a entornos como la automoción, la televisión, la publicación de libros o los pagos a través de internet. El 12 de marzo de 1989 Tim Berners-Lee alumbraba la web en el seno del laboratorio de física CERN como una "red de notas con enlaces entre ellas" para conseguir mejorar los flujos de información.

Ahora, 25 años después y ya convertida en una herramienta clave para la humanidad, la web sigue evolucionando para adaptarse a un marco de innovación radicalmente cambiante. "Tenemos mucho por hacer para que la web alcance su máximo potencial", proclamó Berners-Lee en www.webat25.org, creada por el aniversario.

En 1989, Berners-Lee presentó una propuesta para desarrollar una nueva forma de vinculación e intercambio de información a través de internet. El documento fue titulado Gestión de la Información: una propuesta y, con él, nació la web. Tras este primer documento, Berners-Lee trabajó para hacerlo realidad. Al año siguiente usó un NeXTcube como el primer servidor web del mundo y también escribió el primer navegador web, WorldWideWeb (www) en 1991. En la Navidad del mismo año había creado todas las herramientas necesarias para que una web funcionase: el primer navegador (el cual también era un editor), el primer servidor web y las primeras páginas web que al mismo tiempo describían el proyecto.

El gran avance de este científico fue unir hipertexto e internet. En su libro Weaving the Web explica que él había sugerido repetidamente que la unión entre las dos tecnologías era posible para miembros de las dos comunidades tecnológicas, pero como nadie aceptó su invitación, decidió hacer frente al proyecto él mismo.

World Wide Web tenía algunas diferencias de los otros sistemas de hipertexto que estaban disponibles en aquel momento: sólo requería enlaces unidireccionales en vez de los bidireccionales, lo que hacía posible que una persona enlazara a otro recurso sin necesidad de ninguna acción del propietario de ese recurso; y que, a diferencia de sus predecesores era no-propietario, haciendo posible desarrollar servidores y clientes de manera independiente y añadir extensiones sin restricciones de licencia. Con los años, Berners-Lee se unió al belga Robert Cailliau y ambos trabajaron en este sistema. Finalmente, en 1993, el CERN puso el software World Wide Web en el dominio público e hizo la siguiente versión disponible con una licencia abierta.